martes, 3 de junio de 2008

Afganistán y Kosovo, los retos de la OTAN

Los expertos creen que otras ampliaciones tendrán que esperar porque los aspirantes suponen más una carga que una ayuda.

EN 1949, diez países europeos, EEUU y Canadá firmaron el Tratado del Atlántico Norte frente a la amenaza del Pacto de Varsovia. Casi 60 años después, la OTAN es un gigante de 26 miembros con otro puñado llamando a la puerta y un buen número de problemas internos. Mucho ha cambiado el mundo en estas seis décadas y aunque la Alianza ha tratado de ir adaptándose, necesita “modernizar su concepto de defensa estratégica” para enfrentarse a los nuevos desafíos: terrorismo, Estados fallidos... Eso es al menos lo que creen los expertos reunidos por el Incipe y el Real Instituto Elcano junto con la División de Diplomacia de la OTAN la semana pasada en Madrid. Sobre futuras ampliaciones, no lo ven claro. En la pasada cumbre de Bucarest, se invitó formalmente a entrar a Croacia y Albania y se dejó fuera a Macedonia por la disputa con Grecia a propósito de su nombre. Pero, ¿qué ocurre con Ucrania o Georgia, o con los Balcanes? EEUU reclama insistentemente la adhesión de los dos primeros, pero hay muchas reticencias, porque sus niveles democráticos no cumplen los estándares y porque necesitan más ayuda de la que pueden aportar. “Tras las admisión de Croacia y Albania, pasará tiempo hasta la próxima ampliación, por lo menos cinco años”, aseguró Karl Heinz-Kamp, del Colegio de Defensa de la OTAN. El propio secretario general, Jaap de Hoop Scheffer, ha advertido que “los nuevos miembros deben aportar valor, no problemas”. Y está el lío añadido de Rusia. El ex presidente, que sigue llevando las riendas, Vladímir Putin, ha comparado las ampliaciones de la OTAN en su patio trasero con “nuevos muros de Berlín”. “ Kosovo y Afganistán son los dos principales desafíos que afronta la OTAN. Sus dos despliegues clave han puesto de manifiesto que se necesitan más efectivos. En Kosovo, el problema ahora es para los socios que, como España, no han reconocido al nuevo Estado. Próximos meses, críticos“En Afganistán, muy pocos están haciendo mucho y los próximos meses serán críticos. Pero si EEUU y el Reino Unido vuelven a cargar con todo el peso, se pagará un alto precio político”, advierte Julian Lindley-French, investigador de la Academia de Defensa de Londres. Y es que países como España o Francia se niegan a permitir una rotación de sus tropas en suelo afgano y son Canadá, el Reino Unido y Holanda los que afrontan la mayor violencia en el sur, lo que ha creado tensiones internas. El próximo 12 de junio se celebrará una conferencia internacional en París en la que la OTAN confía en que la ONU comience a jugar un papel más destacado porque, a juicio de Michel Soula, de la División de Operaciones de la organización, “debería actuar como coordinador y no está haciendo lo que debería”. “Tenemos unos recursos limitados y nos resulta muy difícil mantener la estabilidad y la seguridad, pero el éxito en Afganistán es clave para demostrar la importancia de la OTAN y de su papel en el futuro”, recalca Soula.

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