sábado, 31 de mayo de 2008

La Argentina en el mundo

Vuelta de página a las elecciones francesas, españolas e italianas. La "Vieja" Europa sigue su hoja de ruta con las dificultades y los proyectos popularistas que el mismo Silvio Berlusconi reconoce que estará obligado a llevar adelante con el empuje de la Liga Norte y las descompensaciones de la camorra de Nápoles. También frente a la presión indudable de sus descompases entre los niveles de la industria y los bolsones de pobreza y postergación de un sur complicante y desigual. Mientras tanto, dudas de si se integran a la Europa unida Turquía y Ucrania y se ve con asombro y temor entre el Atlántico, Mediterráneo y los Urales el despertar libreeconómico pujante de China e India y, entre nosotros, con un gigantesco Brasil. La verdad también es amarga y emblemática. La situación del Tíbet no se compensa con las soberanías de Kosovo y Montenegro y las pulsaciones autonómicas de España, Bélgica, entre otros. El sacudón económico de 1929-1937 con la secuela de desocupación y el nuevo modelo vanguardista de Franklin Delano Roosevelt que de la mano de las doctrinas de Keynes llevó con presencia protagónica a la segunda guerra mundial, y proseguida por otros estadistas en el largo tiempo de la guerra fría y del Estado de Bienestar, en los años '80 y '90 un nuevo fundamentalismo del mercado y, cruzados en los años iniciales del siglo por el derrumbe de las Torres Gemelas (11-9-2001) y la Guerra de Irak (2003), busca con el proyecto constitucional concertado en la Cumbre de Lisboa en el 2007, un reposicionamiento y potenciación que muestre a la "Nueva" Europa.
Acaso nuestra veta italiana nos haga participar del arte peninsular de no tomarse en serio ni a la política ni a sus políticos
El referéndum negativo de Francia y Holanda de 2005 no parece que esta vez bloquee una Ley Fundamental General más respetuosa de las idiosincrasias estatales y de las características de los países que integran la comunidad. El diálogo y los debates en torno de temas fundamentales para la vida cotidiana, la ampliación del matrimonio en parejas de homosexuales, la enorme cuestión del aborto y de la eutanasia, la movilidad social, la integración del inmigrante, los fundamentalismos y sus usos y costumbres en los países que, como Alemania, tiene una población de turcos de 12 millones de habitantes. El Consejo de Europa propugna muchos de estos temas garantizada su implementación por el Estado en la Recomendación del 16 de abril de 2008 para sus 47 países miembros. La explosión de la educación y formación politécnica, con educación sexual obligatoria y la consideración de alumnos prodigios de 12 años de edad en la Politécnica de Madrid para que ingresen a la Universidad evitándoles el secundario y que no se aburran malogrando su vocación.Entre avances continuos con retornos al pasado agudizan las responsabilidades de los Estados, de la Universidad, de las Organizaciones sociales, de la cooperación internacional, las exportaciones y actividades integradas que obligan a saber con experiencia, desde idiomas a la cultura digital. Se crea en España el Ministerio de la Igualdad. Y las Declaraciones Constitucionales quieren hacerse realidad destruyendo obstáculos de hecho (económicos, de oportunidades, de medios, culturales) para que todos puedan superar la sociedad del riesgo, con trabajo y formación.La pregunta con respuestas grisáceas en las tres elecciones generales mencionadas al comienzo, y también ocurre esto en Gran Bretaña, es la necesidad o puja por reducir los impuestos. Si son excesivos, si causan pérdida de bienestar que no son compensadas por lo recibido del Estado, las energías muestran la tendencia de imponer un esquema suficiente y razonable de ingresos públicos de aplicación solidaria para los más vulnerables (José Luis Feito).Las disputas centralistas de Roma y Madrid, respectivamente, y el flamante empuje de Irlanda, brindan ejemplos de las tensiones por una redistribución territorial que con homogeneidad redondeen un equilibrio de mayores posibilidades. Mas también, en Europa, los Estados Unidos y Asia, el vivir cotidiano se ve cruzado por pesadas coordenadas que frustran muchos de los cambios que se proponen con sus matices: la violencia doméstica en lugares públicos, el secuestro y muerte de chicos y rehenes, la discriminación de sexo, la ocupación en protesta de lugares públicos, y un accionar directo en asambleas y participaciones no representativas sino facciosas o parciales, dan el color implacable de un modus inestable y riesgoso (Vicente Berdú). Esa es, en muchos lugares, la metástasis de cada jornada.También en Europa, a diferencia del saludable bipartidismo estadounidense, abierto a variadas opiniones en cada polo referencial, se verifica la existencia de partidos de reducida convocatoria. Ese es el retrato de la situación política en la que la Argentina debe involucrarse con presencia firme, segura y con aportes trascendentes en beneficio de la humanidad y de sí misma.***Simultáneamente, en América y el mundo, la Argentina debe estar presente. Los avisos y señales que provienen de esos horizontes y las inesperadas consecuencias de una crisis nos obligan a cada uno a una reinstalación inteligente y estratégica que demuestre que la Argentina es y está. Esa certeza es básica e imprescindible para nuestro inmediato futuro. El diagnóstico del sistema internacional no es sino el de un modelo pluricultural que dentro de marcos de diseños diversificados religiosos, culturales, ideológicos, ecosistemas y relaciones dignas, dejando en el camino la caída del muro de Berlín (1989) permita que afrontemos las severas pruebas de una globalización con desgarramientos, etnias y motivaciones que serán por demás difíciles y requerirán firmeza, sapiencia y prudencia.Acaso nuestra veta italiana nos haga participar del arte peninsular de no tomarse en serio ni a la política ni a sus políticos. No creemos que sea así. Debemos hacer fe en la Constitución y sus instituciones. Sobre su suelo fértil y permanente sabremos edificar lo demás. También las alianzas, las integraciones económicas, y con criterioso enclave en el mundo. Nuestra forja de lealtades y de realizaciones no cesarán si tenemos prestigio y capacidad de altruismo y realización. Pero eso será la derivación lógica del anterior esfuerzo superador lo cual requiere aportaciones cristalinas que vayan más allá de la clase política. La Universidad, los centros de investigación, las ONG deben sumarse a ese esfuerzo (Suárez Pertierra). Tenemos que ser responsables todos para sumar cada uno lo que debemos dar a nuestra Argentina.

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