miércoles, 30 de abril de 2008

La ONU y el Banco Mundial crean un equipo para atajar la crisis alimentaria mundial

Ban Ki-moon reclama donaciones a la comunidad internacional por 1.600 millones de euros para evitar «disturbios a una escala sin precedentes»
Urge a los países que han restringido la exportación de cereales a que abran la oferta
BERNA. El llamado tsunami del hambre, por la imparable subida del precio de los alimentos de primera necesidad en los últimos meses, ha hecho sonar la alarma en la comunidad internacional. Así, las veintisiete agencias humanitarias de la ONU y el BancoMundial van a crear un equipo conjunto de urgencia para atajar la crisis alimentaria mundial, un «desafío sin precedentes y de proporciones globales», que se cierne sobre millones de personas debido al fuerte y rápido aumento del precio de los alimentos básicos. Así lo acordaron ayer en Berna (Suiza) las agencias de Naciones Unidas y el secretario general de la organización, Ban Ki-moon.
Para el corto plazo, el secretario general de la ONU pidió donaciones a la comunidad internacional por 2.500 millones de dólares (1.600 millones de euros). En una rueda de prensa para informar sobre la reunión, el máximo dirigente de la ONU hizo un llamamiento desesperado: «Si no se cubren plenamente los fondos que hemos solicitado a los donantes, nos arriesgamos a que aumente aún más el hambre, la malnutrición y a que estallen disturbios sociales a una escala sin precedentes». Debido a la escalada de los precios de los alimentos básicos -arroz, trigo, maíz, frutas-, el Programa Mundial de Alimentos, del que dependen 75 millones de personas en el mundo, ha perdido en tres meses un 40% de su poder adquisitivo.
Ban informó que la nueva unidad de emergencia para afrontar la crisis será dirigida por el funcionario de mayor jerarquía de la institución, el subsecretario adjunto John Holmes.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha pedido 755 millones de dólares para cubrir el mayor coste de los alimentos básicos (principalmente cereales) y del combustible que requiere para su distribución, según señaló la directora del PMA, Josette Sheeran. Por su parte, la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO )requiere 1.700 millones de dólares para proveer a países de escasos recursos y con déficit alimentario de semillas, fertilizantes y alimentos para el ganado, de modo que puedan aumentar su producción, un elemento clave en la estrategia propuesta por la ONU.
Ban urgió a países como Brasil y Egipto, que han impuesto restricciones a la exportación de algunos productos alimenticios, a que abandonen estas medidas, ya que han reducido la oferta y contribuido a la escalada de los precios. Para enfrentarse al aumento del coste de los alimentos, Argentina, Brasil, Vietnam, India y Egipto han limitado la exportación de algunos productos para garantizar el abastecimiento interno. «Se deben implementar medidas de política doméstica que corrijan las distorsiones y no pongan en peligro la oferta, junto a medidas de apoyo presupuestario y apoyo a la balanza de pagos para los países más afectados», dijo Ban.
Sus declaraciones fueron apoyadas por el director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Pascal Lamy, y por el presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, ambos presentes en la conferencia. «Urgimos a los países a no utilizar prohibiciones a la exportación. Estos controles alientan el acaparamiento de alimentos, suben los precios y perjudican a las personas más pobres del mundo», dijo Zoellick.
El presidente del Banco Mundial dio la bienvenida a la decisión de Ucrania de levantar las restricciones a la exportación de trigo, y destacó que la medida redundó en una caída inmediata de los precios. Lamy también dijo que estas restricciones a las exportaciones no son «buenas soluciones económicas» a corto plazo. «Es obvio que estas medidas se traducirán en un mayor aumento de los precios», indicó. Una paradoja de la crisis alimentaria es que muchos grandes exportadores de alimentos como Brasil, en la primera línea de batalla por la liberalización del comercio mundial en la ronda de Doha de la OMC, están ahora adoptando medidas proteccionistas.
Ban dijo que la inmediata prioridad de la comunidad internacional debe ser «alimentar a los hambrientos», y urgió a los países a financiar «de manera urgente y cabal» el Programa Mundial de Alimentos (PAM).
El precio del arroz
El PAM ha indicado que necesita 500 millones de euros adicionales para alimentar a los más hambrientos debido al aumento de los precios de la comida. Para mostrar la magnitud del problema, el PAM advirtió que el creciente precio del arroz ha obligado a suspender el programa por el que se ofrecía el desayuno a 450.000 niños pobres en las escuelas de Camboya.
Ban reclamó asimismo la revisión de los subsidios a los biocombustibles, considerados como una de las causas de la escalada de los precios. «Se debe investigar más el impacto del cambio del cultivo de alimentos a la producción de biocombustibles», dijo. Se mostró convencido de que la actual crisis alimentaria puede ser un revulsivo que ayude a actuar a largo plazo y se convierta en una oportunidad para sacar de la miseria a millones de personas. AGENCIAS

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