lunes, 7 de abril de 2008

Cuidado con Rusia

Si a Ucrania le hubiesen prometido el ingreso inmediato en la OTAN, los ucranianos se habrían despertado hoy con una escandalosa subida en la factura del gas. Aquí habríamos clamado que el Kremlin ejerce un chantaje insoportable. Cuando, en realidad, Rusia se habría limitado a vender su gas al precio del mercado. Por coherencia, tendría que ser el resto de Europa quien pagase la factura del gas ucraniano. Retóricas al margen, reclamar al Kremlin sería tan absurdo como montar en cólera porque Rusia no paga la factura de los fondos de cohesión europeos para el desarrollo de Polonia.
Rusia dista mucho de ser un régimen ejemplar, pero sería un error encasillar las relaciones con ese país en términos de guerra fría revestidos de moralina. Sin ir más lejos, mucho antes de enfangarse en el avispero del Cáucaso, es en Afganistán donde se juega la credibilidad de la OTAN. Y Rusia podría complicar muchísimo la operación simplemente con que decida no cooperar. El Kremlin aún tiene bastante más influencia que Estados Unidos sobre las repúblicas centroasiáticas colindantes con Afganistán. Por no hablar de la guerra civil que podría provocar en el Cáucaso si la Alianza decide ampliarse a esa zona sin su consentimiento. Rusia es un caso único en el mundo. Por tamaño y poder, no puede ser parte de la UE ni de la OTAN. Pero, por ese mismo motivo, nada sería tan peligroso como crear un cinturón sanitario en torno al gigante. Con el alma dividida entre occidentadófilos y ultranacionalistas, Rusia ha alentado las ideologías más chovinistas y peligrosas cada vez que se ha aislado del Viejo Continente. A veces ese país da una falsa -y peligrosa- apariencia de postración. Pero la historia no aconseja utilizarle como «sparring» para mostrar al resto del mundo quién es el que manda aquí. Napoleón creía que el ruso era un pueblo de borrachuzos que nunca podría oponerse a una ilustrada invasión. Con más sentido común, el Congreso de Viena -aquel antecedente de la OTAN inventado por Metternicht y otros sabios reaccionarios- actuó con el presupuesto de que nunca habrá seguridad en Europa si Rusia no participa en el juego.

No hay comentarios: