viernes, 25 de abril de 2008

Chernóbil, 22 años

A más de dos décadas de lo ocurrido, la Organización Mundial de la Salud aborda el tema que define ‘la verdadera escala del accidente’. Son las preguntas que esperaban respuesta desde hace 22 años.

El accidente de la planta nuclear de Chernóbil, acontecido en esa ciudad de Ucrania el 26 de abril de 1986, ha sido el más grave de la historia.La cantidad de material radiactivo liberado fue 500 veces mayor al de la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945, y provocó alarma internacional al detectarse altos niveles de radiactividad en diversos países de Europa. Por otro lado, lo sucedido en Chernóbil desató una intensa polémica, no sólo en torno a la seguridad de las instalaciones vinculadas a la generación de energía nuclear, sino al peligro de exponer a grandes grupos de población humana a los enormes riesgos para la salud derivados de la radiactividad generada por un accidente, incluyendo las pequeñas dosis de radiación liberadas por las plantas de energía nuclear —cuya incidencia por lo regular tiende a subestimarse.Todavía el día de hoy hay saltillenses que se preguntan si el hecho de haber viajado a Europa en la época del accidente pudo haberlos expuesto a algún tipo de radiación peligrosa.La respuesta depende de lo que se considere como “radiación peligrosa”.Para muchos expertos en la materia, todo incremento, por pequeño que sea, en las dosis de radiación, incrementan los riesgos de cáncer, y de alteraciones genéticas.El problema es que las dosis de radiación “aceptables” han ido variando según avanzan los conocimientos. Los organismos internacionales fijaron los niveles máximos de raciación en en 0.5 rems/año, pero pocos años antes del accidente de Chernóbil eran de 50 rems/año, y luego se recomendó una reducción a 0.05 rems/año. Pero, aún por debajo de estos niveles de radiación, ¿cuáles son los riesgos?Un estudio realizado en la universidad de Pittsburg, sobre una población de 25 mil personas sometidas a dosis de radiación inferiores a los famosos 5 rems/año (que vivían en zonas circundates a plantas nucleares), encontró que el riesgo de leucemia, de cáncer de médula ósea y de pulmón, se duplicó con respecto a los niveles normales de esos padecimientos. En fin, a 22 años de lo ocurrido en Chernóbil, la Organización Mundial de la Salud responde a preguntas que definen “la verdadera magnitud” del accidente. ¿A qué niveles de radiación estuvo expuesta la población de Chernóbil como consecuencia del accidente? Con excepción del personal del reactor que se encontraba en el lugar el 26 de abril, alrededor de 600 mil residentes cercanos recibieron y todavía reciben dosis altas de radiación. De esas 600 mil personas, muchas de las cuales fueron evacuadas, se estima que al menos 4 mil morirán de cáncer y leucemia ¿Qué enfermedades se han presentado o podrían presentarse en el futuro?Los residentes que ingirieron alimentos contaminados con yodo radiactivo en los días siguientes al accidente recibieron dosis relativamente altas de radiación en la glándula tiroides. Esto ocurrió en particular con los niños que bebieron leche de vacas que habían comido pastura contaminada. Puesto que el yodo se concentra en la tiroides, la incidencia de cáncer en esta glándula fue muy alta en los infantes. Otros estudios han arrojado un ligero aumento en la incidencia de leucemia en las personas directamente vinculadas a la zona del accidente. ¿Cuáles fueron las repercusiones en el medio ambiente?La mayor parte del estroncio y el plutonio radiactivo quedaron depositados dentro de un radio de 100 kilómetros del reactor dañado. El yodo radiactivo, que fue causa de gran preocupación, tiene un periodo de semidesintegración breve y ya se ha desintegrado del todo. Pero el estroncio y el cesio, con un periodo de semidesintegración más largo (30 años), aún persisten y seguirán siendo motivo de preocupación durante los próximos decenios. El viento y la lluvia son los elementos que reducen con mayor rapidez la contaminación radiactiva superficial (el viento la disemina al extenderala —y diluirla— a otros lugares; y la lluvia la deposita en el suelo). La radiación presente en el aire de la región ha vuelto a situarse en los niveles regulares, pero no la contaminación de los suelos.¿En qué medida fueron contaminadas las zonas agrícolas?El yodo radiactivo, que pasó rápidamente de los pastos a la leche, fue una de las primeras preocupaciones, y en efecto se observaron niveles elevados en algunas partes de la antigua Unión Soviética y de Europa meridional, pero, dado el breve periodo de semidesintegración del yodo radiactivo, esa preocupación no tardó en calmarse. Sin embargo, el cesio radiactivo presente en la leche, la carne y alimentos de origen vegetal, es actualmente, y seguirá siendo por mucho tiempo, el factor más preocupante.¿En qué medida están contaminadas las zonas silvestres?Tras el accidente, los animales y la vegetación de las zonas forestales y montañosas absorbieron grandes cantidades de cesio radiactivo, y los niveles siguen siendo altos en las setas, las bayas y los animales de caza. Los contaminantes sólo disminuirán a medida que la lluvia provoque que los materiales radiactivos migren hacia zonas más profundas del suelo y se desintegren lentamente. ¿En qué medida están contaminados los sistemas acuáticos?Se encontraron concentraciones elevadas de cesio radiactivo en peces de zonas tan alejadas como Alemania y Escandinavia. Actualmente los niveles en los peces y en las aguas son bajos, excepto en los lagos “cerrados”, sin cursos de desagüe. En esos lagos, los niveles de cesio radiactivo en los peces seguirán siendo altos por decenios, y por lo tanto deberían mantenerse restricciones a la pesca.¿Cuáles han sido las consecuencias psicológicas del accidente?Los efectos de Chernóbil en la salud mental se han convertido en uno de los mayores problemas derivados del accidente nuclear. No sólo se han reportado síntomas de estrés, depresión y ansiedad, sino síntomas físicos sin explicación médica, incluyendo trastornos imaginarios. La gente ha tendido a sentirse indefensa, débil y carente de todo control sobre su futuro. Ello, a su vez, ha dado lugar a comportamientos excesivamente cautelosos y a preocupaciones exageradas por la salud, o a conductas irresponsables, como el consumo excesivo de alcohol y de tabaco e incluso la actividad sexual promiscua sin protección.Los habitantes de las zonas afectadas se expresan de manera negativa sobre su bienestar, a lo cual se suman una sensación exagerada de peligro para su salud, y la convicción de tener una esperanza de vida más corta. De hecho, la esperanza de vida ha disminuido en toda la antigua Unión Soviética, pero los expertos dicen que se debe a un aumento en las enfermedades cardiovasculares, y no a trastornos relacionados con la radiación.

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