MOSCÚ (AFP) — Ucrania y Rusia no consiguieron enterrar este lunes su nuevo conflicto bilateral por la cuestión del gas, pese a que el tiempo apremia ya que el presidente de Ucrania, Viktor Yushenko, visita Moscú el martes, fecha a la que el gigante Gazprom prorrogó finalmente su ultimátum.
"El momento de la posible reducción del suministro de gas fue retrasado hasta las 18h00 (15h00 GMT) del martes. Así lo acordamos" con la parte ucraniana durante las negociaciones que se celebraron este lunes en la sede de Gazprom en Moscú, declaró a AFP el portavoz del grupo ruso, Serguei Kuprianov.
Hasta ahora, Gazprom amenazaba con poner fin desde el martes por la mañana (07h00 GMT) a sus entregas de gas ruso a Ucrania si Kiev no saldaba una deuda de unos 1.500 millones de dólares.
Un portavoz del grupo ucraniano Naftogaz, Valentine Zemlianski, confirmó que las negociaciones continuarían el martes y explicó que las dos partes no habían logrado un acuerdo, lo cual obligó a una delegación de su compañía a permanecer por ahora en Moscú.
Yushenko se reunirá el martes con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en el Kremlin, aunque todavía no está previsto que haya un encuentro con el presidente de Gazprom, Alexei Miller, indicaron portavoces de esta compañía.
El gas ruso representa un cuarto del total suministrado actualmente por Gazprom a Ucrania. El resto, que procede de Asia central y es vendido a un precio muy inferior al ruso, no está incluido en este ultimátum.
El punto más problemático del caso no es la deuda en sí misma sino la voluntad de una parte de los dirigentes ucranianos de renegociar las condiciones en las que el gas es entregado.
Yushenko se ha mantenido por ahora al margen del conflicto con Gazprom e incluso acusó a su primera ministra, la pro occidental Julia Timochenko, de perjudicar a Ucrania con su "verborrea política".
Timochenko, que llegó al poder en 2007 y visitará Moscú el 21 de febrero, se mostró muy ofensiva e indicó que quería hacer pagar más a Rusia por el tránsito de su gas vía Ucrania y suprimir la intermediación de RosUkrEnergo, que garantiza las importaciones de gas en Kiev y está controlado en un 50% por Gazprom y en el otro 50% por dos empresarios ucranianos a los que se critica su falta de transparencia.
Pero para Gazprom no se trata de modificar los contratos mientras las deudas no hayan sido liquidadas.
No es la primera vez que Rusia y Ucrania se enfrentan por la cuestión del gas. En enero de 2006, una crisis más grave provocó una breve interrupción de las entregas a Europa.
Gazprom garantizó a sus clientes occidentales que no se verán afectados en esta ocasión. Alrededor del 80% del gas ruso consumido en la Unión Europea (UE) pasa por Ucrania y el resto por Bielorrusia.
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