Moscú, 9 feb (PL) Visos de una nueva crisis entre Rusia y Ucrania por el tema del gas amenazan hoy con ensombrecer la tan postergada Comisión Intergubernamental que sesionará a inicios de la semana entrante en esta capital.
Luego de dos aplazamientos, el encuentro se fijó para el 12 de este mes bajo la presidencia de los mandatarios Vladimir Putin y Victor Yuschenko, con el tema energético como plato fuerte.
La cuestión comercial del suministro de combustible por el coloso ruso Gazprom y el esquema de mediadores concita, algo que es de vieja data, serios cuestionamientos de parte de Kiev, sobre todo de la primera ministra conservadora, Yulia Timoshenko.
En esta oportunidad el motivo para la discordia lo puso esta semana el monopolio suministrador, cuando su portavoz Serguei Kiprianov advirtió a Ucrania que en caso de no resolverse el problema de la deuda el 11 de febrero, se interrumpirá al día siguiente el bombeo.
Kiev debe dirimir desde el primero de enero el espinoso asunto del pago, según Gazprom, de unos mil 500 millones de dólares.
Aunque adelantó desconocer el origen del endeudamiento de la principal distribuidora de gas ucraniana Naftogaz, Timoshenko anunció que enviaría en breve negociadores a Moscú.
El consorcio ruso alega a su vez que los directivos de Naftogaz demostraron no estar dispuestos a discutir el tema de la deuda cuando se reunieron aquí el pasado 8 de febrero, según Kiprianov.
Al parecer el balón apunta a Kiev, pues la compañía intermediaria RosUkrEnergo que transporta el gas hasta la frontera de ese país confirmó a última hora las obligaciones pendientes de Naftogaz.
En la guerra de acusaciones, Timoshenko dijo no descartar la culpabilidad de RosUkrEnergo, un consorcio suizo mixto en el que participan Gazprom y Ucrania.
La deuda en su opinión es resultado del trabajo poco profesional y corrupto del intermediario, mientras reitera que Ucrania no debe nada a Gazprom directamente, pero mostró interés en aclarar la situación.
El criterio del presidente Victor Yuschenko contrasta, sin embargo, con su jefa de gabinete, a juzgar por la reacción ante el estallido del nuevo conflicto.
Un diferendo parecido puso al borde del colapso la disponibilidad del preciado combustible en Ucrania durante el crudo invierno de 2005-2006 por una suspensión de Gazprom de las cuotas a ese país.
Para Yuschenko los reiterados pronunciamientos antirrusos de Timoshenko provocaron las duras medidas de Gazprom respecto a Ucrania.
Refirió que los anuncios sobre una posible revisión del esquema de suministro de gas a la nación centroeuropea y un probable aumento del tránsito de carburante ruso hacia Europa provocaron disgustos en Moscú y aceleraron las reclamaciones de Gazprom.
No pocos analistas, incluso ucranianos, sostienen que fue precisamente Timoshenko la primera en lanzar la piedra de la discordia al iniciar el debate público sobre las relaciones con Rusia en materia del gas.
Sus planes para eliminar los intermediarios en el suministro e incluso de alejar a Rusia del esquema de abastecimiento a Europa fueron formulados durante su intervención ante el parlamento europeo con un gasoducto alternativo: “White Stream” (Corriente Blanca).
Los críticos en el bando opositor alegan contrariamente que gracias a RosUkrEnergo ingresa al país un gas a un precio menor en comparación con otros estados vecinos, incluidos los clientes occidentales.
Si Kiev insiste en un incremento del tránsito, Moscú sin dudas subirá el costo del gas a un nivel en que solo Ucrania perdería, afirma el gobierno -en la sombra- de Victor Yanukovich.
Cabe esperar por la capacidad negociadora de ambas partes para aplacar la llama de un conflicto que podría derivar en otra escalada de tensiones ruso-ucraniana.
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