La Orquesta Sinfónica de Ucrania ofrece un. concierto con temas populares en el Teatro Auditorio de Roquetas
Virtuosismo al violín y con la voz, proximidad y lejanía de la balalaika, brillantez y elegancia en el baile del vals, cercanía y majestuosidad de las composiciones. La Orquesta Sinfónica de Ucrania, dirigida por Natalia Ponomarchuck, ha ofrecido un concierto, que para muchas personas asistentes, fue «apoteósico», en el Teatro Auditorio de Roquetas de Mar para celebrar la llegada del nuevo año. Yuri Lysenko sorprendió con su toque de la balalaika, instrumento ruso conocido por letras de canciones, pero pocas veces visto a tan pocos metros y oído en directo. Alexander Gonobolin demostró que puede hacer todas las diabluras posibles con el violín como un Paganini actual al igual que la soprano Lilya Grevtsova con su voz, tal como demostró con un tema de 'La Boheme', de Puccini, que parece haber tomado Roquetas como escenario al haberse escuchado tres veces en pocas semanas. Y elegantes fueron los bailes. Todo se cerró con una ovación de diez minutos estuvo el público aplaudiendo. Como no podía ser menos que en recepción del año ya terminado, hubo un brindis con cava, ofrecido por el Ayuntamiento roquetero y se quemó un castillo de fuegos artificiales con la música.
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