sábado, 1 de diciembre de 2007

La difícil coalición ucraniana



Kiev, 1 dic (PL) La coalición parlamentaria ucraniana del bloque de Yulia Timoshenko (BIUT) y la alianza Nuestra Ucrania-Movimiento Autodefensa (NU-MA) vive hoy momentos difíciles, tanto por su proceso de creación como por los malos augurios para mantenerse.
Con 227 de los 450 escaños de la Rada Suprema, la citada unión legislativa apenas supera en un solo puesto el mínimo necesario para formar una mayoría, para lo cual requirió de dos meses, después de celebrados los comicios parlamentarios anticipados.
Las discusiones en la coalición se desarrollan tanto dentro de la propia NU-MA como entre esa agrupación y el BIUT.
El asunto de la candidatura para la presidencia de la Rada se convirtió, para algunos en la NU-MA, en pretexto para mantener sus argumentos de rechazo a la firma de un acuerdo coalicionista con el BIUT y, para otros, en expresión de la lucha por ese cargo.
Al respecto, el líder socialista y ex presidente de legislativo, Alexander Moroz, declaró recientemente que la base de esa crisis interna estaba dada por la falta de transparencia a la hora de elaborar el arreglo entre la NU-MA y el BIUT.
Las dos agrupaciones, conocidas como los naranjas, prometieron que, de contar con los escaños necesarios, formarían una mayoría al otro día mismo de conocerse los resultados electorales, pero sólo el 18 de octubre pasado se firmó el referido acuerdo.
El regateo para incluir en el arreglo puntos de los programas de ambas agrupaciones se realizó al nivel de sus máximos dirigentes: Timoshenko, Yuri Lutsenko y Viacheslav Kirilienko. Pero acto seguido, el documento recibió críticas del mandatario ucraniano.
La inclusión de temas polémicos como la suspensión del llamado al servicio militar en enero próximo o la devolución en dos años de ahorros perdidos por ucranianos, tras la desintegración de la Unión Soviética, crearon las primeras fisuras en la futura coalición.
Por otro lado, la presión de la Secretaria Presidencial para crear un partido único sobre la base de las nueve formaciones de la NU-MA y la posibilidad de establecer con el Partido de las Regiones (PR) una amplia mayoría, reforzó las disputas internas.
Todo ello pone en duda la fortaleza de la mayoría legislativa de los naranjas, la cual tiene sus primeros retos en la elección del presidente del legislativo y del nuevo gobierno.
En ese sentido, Moroz destaca que al jefe de Estado Viktor Yuschenko no le agrada para nada el regreso de Timoshenko a la jefatura del Gabinete, de cuyo cargo la separó por incompetencia, en septiembre de 2005.
Al respecto, diputados del PR declararon al canal de televisión Inter que los comicios del pasado 30 de septiembre prácticamente dieron la arrancada a la campaña electoral para las presidenciales de 2009, en las cuales participarían Timoshenko y Yuscheko.
Todo ello puede incrementar las divisiones entre los propios miembros de la NU-MA más afines al mandatario y quienes respaldan a la ex jefa de Gobierno como Lutsenko, ex ministro del Interior y ahora líder formal de la referida agrupación.
Las dificultades para crear la coalición mayoritaria más bien parecen ser fuente de continuidad de la crisis política nacional, en lugar del inicio de su solución.

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