viernes, 9 de noviembre de 2007

Yuri Bashmet-Con Putin somos felices

Yuri Bashmet, posiblemente el mejor intérprete de viola del mundo, ofrece dos conciertos con la Orquesta Ciudad de Granada


POSIBLEMENTE es el mejor violista del mundo. Yuri Bashmet prepara en el Auditorio Manuel de Falla el concierto que ofrecerá hoy y mañana con la OCG. Fuma como un carretero de Kiev y es un cafeinómano empedernido. Habla constantemente por el teléfono móvil. Tiene un aire al más duro de las figuras mediáticas españolas, a Risto, el tipo de gafas oscuras y chupa de cuero que decía la verdad tan descarnada que hacía sangre a los concursantes de 'O. T.'. No es el caso. «La OCG es muy buena, con unos músicos muy disciplinados y con talento, algunos de ellos son muy buenos», dice el violista de Ucrania.«El nivel general de los músicos de la OCG es muy bueno y a lo largo de los ensayos he ido llevándolos al límite, con ejercicios cada vez más difíciles, y que han ido superando porque no tienen límites en la superación», afirma el intérprete y director. «Le veo un gran futuro y un gran presente a la orquesta», añade. Uno de los aspectos que más le han sorprendido de la formación granadina ha sido que «los músicos viven plenamente lo que hacen, tienen vocación y son muy perfeccionistas, porque quieren dar lo mejor de ellos».Guitarra o violaEn su caso, la dedicación a la viola -un instrumento similar al violín pero de mayor tamaño y de sonoridad a medias entre el violonchelo y contrabajo- no fue en un principio vocacional y se debió a la casualidad y empeño materno. Lo de Yuri Bashmet era la guitarra, pero la violinista de su madre quería que el joven se convirtiera en intérprete de este instrumento de cuerda. «Me decidí por la viola porque al ser más fácil que el violín me dejaba tiempo para tocar la guitarra, que era lo que quería», narra Bashmet. En aquellos años se convocó un concurso para jóvenes intérpretes en Kiev, «y me puse a practicar para la competición». «Era el único concursante que se presentaba con una viola y aquello creó ciertos problemas entre el jurado del concurso», comenta el violista. «El jurado no sabía qué hacer conmigo, y al final toqué con los violinistas y gané, algo impensable, como una broma, porque era casi imposible que un violista ganara a los violinistas», rememora el intérprete. «Fue mi madre la que me dijo que si tenía tanto éxito con la viola por qué no seguía, y así fue», cuenta. «Nos trasladamos a Moscú para que estudiara en el Conservatorio y desde entonces me he dedicado por completo a la música clásica», concluye la historia de sus orígenes como violista. Pero hay un pasado como guitarrista. Jimi Hendrix, un icono del instrumento, no estaba entre sus favoritos, y prefería a The Beatles, Chicago y Blood Sweat and Tears. «Queríamos hacer lo mismo, pero no teníamos las trompetas de este grupo», recuerda. Buen gobiernoLa viola no es un instrumento al que los compositores hayan dedicado un gran número de obras, pero Yuri Bashmet presume de que un gran número de músicos le han escrito obras para que las interprete. «Hay muy buenos músicos rusos que están componiendo como Gubaidolina, Alexander Chaikovsky y Gia Kanccli», señala Bashmet. «Además, hay un gran número de jóvenes compositores que también escriben para viola, así como intérpretes y alumnos en los conservatorios», dice el solista.La desaparición de la antigua Unión Soviética no ha bajado el nivel musical en esta zona del Este de Europa. «Rusia es un territorio muy grande y en cada metro cuadrado de esa tierra hay un alto porcentaje de personas con talento, y hay muchísimo metros cuadrados», afirma y bromea el violista. «El Gobierno ayuda mucho a la música clásica y han aumentado el número de grandes orquestas en Rusia y también se han mejorado y reformado los grandes y viejos auditorios», dice Yuri Bashmet. «Las orquestas rusas cuentan con grandes presupuestos, porque para el Gobierno son una prioridad y cuida en gran medida a la música clásica», dice el intérprete. «Con Putin somos felices», concluye el solista.

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