Antonio Rondón
Kyiv, (PL) La Rada Suprema ucraniana constituye hoy la principal causa de la inestabilidad política del país, afirma el presidente Viktor Yuschenko, por cuyos decretos ese órgano se mantuvo sin funcionar casi ocho meses.
Mientras 430 diputados cantaban el himno nacional y en la sede parlamentaria estaban presentes los ex mandatarios Leonid Kravchuk y Leonid Kuchma, muchos se preguntaban si Yuschenko asistiría a la sesión inaugural del órgano legislativo. Finalmente, no lo hizo.
El jefe de Estado se considera el artífice de las denominadas "elecciones parlamentarias anticipadas" , cuyo objetivo estaba dirigido a convencer a la nación de que sólo de esa forma se podía resolver la crisis política nacional.
Pero diputados de izquierda (socialistas y comunistas) estiman que el guión estaba preparado para mantener el estado de crisis, del cual el también presidente de honor de la alianza Nuestra Ucrania-Movimiento Autodefensa (NU-MA) saca más provecho.
Tras los comicios del 30 de septiembre pasado, Yuschenko intentó disfrazar la clara derrota de la formación que apadrina, con la victoria de las que calificó como fuerzas democráticas, en la cual también incluyó al bloque de Yulia Timoshenko (156 escaños).
Pero al mismo tiempo, nada más concluir la contienda electoral, la Secretaría Presidencial inició la campaña por la reconciliación de los "demócratas" con el Partido de las Regiones (PR), que aunque fue el más votado, podría pasar a la oposición, con 175 bancas.
Las exhortaciones, lo mismo a formar una amplia coalición con el PR como a elevar su estatus de fuerza opositora, con la cual se debe contar, crearon confusión dentro de los llamados naranjas.
De tal forma, al menos siete miembros de la alianza NU-MA, formada por nueve agrupaciones afines al mandatario, se negaron a firmar un arreglo para crear una mayoría legislativa con el BIUT.
Tal situación dilata la elección de Timoshenko como nueva primera ministra, algo que no desearía el jefe de Estado, a quien medios de prensa locales consideran le conviene más mantener a la Rada sin una mayoría oficial.
De acuerdo con el semanario Komentari, la próxima etapa del escenario programado por el presidente sería preparar condiciones para someter a referendo una Constitución que le devuelva las prerrogativas perdidas durante las últimas reformas políticas.
Tales transformaciones, iniciadas en enero de 2006, estaban dirigidas a pasar de un sistema presidencial a uno parlamentario. El descrédito del legislativo como órgano capaz de dirigir el país parece ser uno de los blancos de la citada estrategia.
La prensa capitalina opina, además, que la elección adelantada de la sexta legislatura de la Rada, apenas un año y medio después de la última contienda en las urnas, condiciona de hecho su inestabilidad actual.
En el centro de las fuentes de esa crisis esta la imposibilidad de crear una mayoría convincente, pues el BIUT y la NU-MA sumarían 228 bancas, si logran crear la coalición, una cifra insuficiente para asegurar la toma de decisiones, sin escollos.
Fuente: Prensa Latina
Kyiv, (PL) La Rada Suprema ucraniana constituye hoy la principal causa de la inestabilidad política del país, afirma el presidente Viktor Yuschenko, por cuyos decretos ese órgano se mantuvo sin funcionar casi ocho meses.
Mientras 430 diputados cantaban el himno nacional y en la sede parlamentaria estaban presentes los ex mandatarios Leonid Kravchuk y Leonid Kuchma, muchos se preguntaban si Yuschenko asistiría a la sesión inaugural del órgano legislativo. Finalmente, no lo hizo.
El jefe de Estado se considera el artífice de las denominadas "elecciones parlamentarias anticipadas" , cuyo objetivo estaba dirigido a convencer a la nación de que sólo de esa forma se podía resolver la crisis política nacional.
Pero diputados de izquierda (socialistas y comunistas) estiman que el guión estaba preparado para mantener el estado de crisis, del cual el también presidente de honor de la alianza Nuestra Ucrania-Movimiento Autodefensa (NU-MA) saca más provecho.
Tras los comicios del 30 de septiembre pasado, Yuschenko intentó disfrazar la clara derrota de la formación que apadrina, con la victoria de las que calificó como fuerzas democráticas, en la cual también incluyó al bloque de Yulia Timoshenko (156 escaños).
Pero al mismo tiempo, nada más concluir la contienda electoral, la Secretaría Presidencial inició la campaña por la reconciliación de los "demócratas" con el Partido de las Regiones (PR), que aunque fue el más votado, podría pasar a la oposición, con 175 bancas.
Las exhortaciones, lo mismo a formar una amplia coalición con el PR como a elevar su estatus de fuerza opositora, con la cual se debe contar, crearon confusión dentro de los llamados naranjas.
De tal forma, al menos siete miembros de la alianza NU-MA, formada por nueve agrupaciones afines al mandatario, se negaron a firmar un arreglo para crear una mayoría legislativa con el BIUT.
Tal situación dilata la elección de Timoshenko como nueva primera ministra, algo que no desearía el jefe de Estado, a quien medios de prensa locales consideran le conviene más mantener a la Rada sin una mayoría oficial.
De acuerdo con el semanario Komentari, la próxima etapa del escenario programado por el presidente sería preparar condiciones para someter a referendo una Constitución que le devuelva las prerrogativas perdidas durante las últimas reformas políticas.
Tales transformaciones, iniciadas en enero de 2006, estaban dirigidas a pasar de un sistema presidencial a uno parlamentario. El descrédito del legislativo como órgano capaz de dirigir el país parece ser uno de los blancos de la citada estrategia.
La prensa capitalina opina, además, que la elección adelantada de la sexta legislatura de la Rada, apenas un año y medio después de la última contienda en las urnas, condiciona de hecho su inestabilidad actual.
En el centro de las fuentes de esa crisis esta la imposibilidad de crear una mayoría convincente, pues el BIUT y la NU-MA sumarían 228 bancas, si logran crear la coalición, una cifra insuficiente para asegurar la toma de decisiones, sin escollos.
Fuente: Prensa Latina
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