miércoles, 7 de noviembre de 2007

"Echamos de menos a Guti"




La Champions en juego: Olympiacos 0-0 Real MadridLo del Madrid en Grecia parece extrasensorial. Los de Schuster, ambiciosos y dando una buena imagen, perdonaron lo imperdonable ante Olympiacos y dejaron escapar la ocasión de finiquitar su pasaporte a octavos y de borrar el gafe madridista en suelo heleno. Los blancos mejoraron notablemente su última imagen, la del Pizjuán, aunque se olvidaron del gol. La pegada madridista se cruzó con la mitología helena.Pasan los años, y el Madrid sigue sin conquistar la presea en territorio griego. Como si los dioses asentados en el monte Olimpo se negasen, los blancos volvieron a cruzarse con el gafe de turno. Los merengues dejaron escapar una oportunidad de lujo para borrar la racha y cerrar un billete que puede complicarse si caen en Alemania. El equipo creó ocasiones con suma facilidad, pero se olvidó de sacar el mazo al tapete y cerrar el asunto. No lo hizo e, incluso, pudo pagarlo ante un Olympiacos guiado por voces, trabajador y constante, pero pobre de talento. Al Madrid le costó meterse en la batalla planteada por el ejército heleno, sufriendo ante una presión que sacó a la luz los defectos de la zaga a la hora de sacar el cuero. Los de Lemonis, como leones, incomodaron a Gago y Diarra, que no acabaron de mandar en el cénit de la disputa. Sneijder, mientras, regresó a la partida y, esta vez sí, sacó sus galones a paseo. El holandés comenzó a hacerse con el timón del asunto tras esa guerrilla del primer tramo de partido, destrozó el ritmo deseado por los locales y guió el destino. Heinze, por su parte, se bastó para arreglar los desaguidos habituales en la retaguardia.
Chaleco antibalas de regaloCon el holandés de hilo conductor, y a veces de finalizador, el Madrid perdonó como nunca en lo que mejor sabe hacer. Diarra mandó un balón al palo (luego fue objeto de un claro penalti de Galleti), la vaselina de Van Nistelrooy se topó con el larguero y otros compañeros tampoco fueron capaces de definir con eficacia. Los de Schuster, con espacios, agujerearon la muralla local por los cuatro costados, pero no hirieron al rival. Olympiacos, que cuando llegaba a las inmediaciones de Casillas era por más tesón y corazón que otra cosa, ni se marchó tocado a vestuarios, cuando pudo marcharse más que herido y casi sin opción de levantarse...El paso por vestuarios no cambió un ápice la película. El Madrid comenzó sesteando, apretó, se cansó de tirar oportunidades a la basura y tuvo algún momento de sufrimiento, producto de las dudas en defensa y de la garra helena.El monólogo madridista por momentos no tuvo recompensa. Schuster volvió a acordarse demasiado tarde de que se pueden cambiar piezas y sufrió ante los errores de los suyos delante de un Nikopolidis que las sacó como pudo. El Madrid, a pesar de las tablas, sigue muy cerca de certificar su pase (con un punto le bastará), aunque una debacle en Alemania podría llevar el miedo en el cuerpo a La Castellana. Allí, los protagonistas que sobrevuelan el Pireo, andarán más lejos.

No hay comentarios: