sábado, 26 de marzo de 2011

Yanukóvich emprende pasos para atenuar la tensión política en Ucrania

Toda Ucrania está escandalizada tras la liberaron de prisión preventiva de ex funcionarios del gobierno de la opositora Yulia Timoshenko, y la apertura de una investigación penal contra el ex presidente de Ucrania, Leonid Kuchma.

Según informaciones oficiales, Kuchma fue acusado de impartir órdenes ilegales a funcionarios del Ministerio del Interior ucraniano que condujeron al asesinato en el año 2000 del periodista Georgy Gongadze, reconocido en Ucrania por sus fuertes críticas contra Kuchma.

Seguro, que Occidente verá estas noticias con cierto agrado y como un signo de que en Ucrania, a diferencia de Rusia, existe la independencia de la Fiscalía y los tribunales. No obstante, los expertos ucranianos hacen comentarios menos favorables.

“No cabe duda que la liberación de los ex miembros del gobierno de Timoshenko tiene razones políticas”, – cree el jefe del Centro de investigaciones políticas de Kíev, M. Pogrebinski. “Por lo visto, el presidente Víctor Yanukóvich quiere atenuar la confrontación política en la sociedad y, al mismo tiempo, mejorar el clima en las relaciones con Europa descontenta con lo que llaman “tendencias autoritarias de Yanukóvich”.

No es un secreto que los países de la Unión Europea, y sobre todo los vecinos de Ucrania en Europa Central y Oriental, tenían muchas esperanzas en el éxito del tándem “democrático” de Timoshenko y el presidente anterior, Víctor Yúschenko.

Pero el vergonzoso conflicto entre estos dos “paladines de la democracia” y la miseria de Ucrania a la luz de la crisis financiera obligaron a los vecinos europeos renunciar a su entusiasmo.

Aunque las recientes detenciones de los ex ministros de la administración de Timoshenko fueron calificadas en el Occidente como intrigas del “prorruso” Yanukóvich, y como resultado, el ex ministro de la Economía, Bodán Danilíshin, obtuvo asilo político en la República Checa, y el ex Presidente del Comité Estatal de Reservas M. Pozhivánov, en Austria.

Parece que en Ucrania entra en una fase de concordia nacional. Fue puesto en libertad E. Korneichuk, el primer vice ministro de Justicia, pronto será liberado el ministro de Protección del Medio Ambiente, G. Filipchuk. La propia ex primer ministra, Yulia Timoshenko, obtuvo autorización para salir a Bruselas, a pesar de una prohibición ordenada por la fiscalía para salir al extranjero.

Timoshenko, quien reconoce que la autorización le fue concedida gracias a una disposición especial del presidente Yanukóvich, no piensa cambiar su actitud opositora hacia el mandatario.

En su opinión, la ayuda de Yanukóvich es una acción política de oficialista Partido de las Regiones, al igual que la reapertura de la investigación del asesinato de Gongadze y la acusación contra Kuchma.

La investigación del asesinato del periodista es una historia larga y muy confusa. Después de que en 2000 fue encontrado su cuerpo decapitado (le identificaron por la herida que había recibido en Abjasia) empezaron a ocurrir cosas extrañas.

Primero en el Occidente aparecieron grabaciones del militar, Melnichenko, quien había trabajando de guardaespaldas de Kuchma. Melnichenko escondió en el gabinete del entonces presidente un grabador en el que grabó una frase atribuída a Kuchma en la que dijo que le gustaría que Gongadze fuera secuestrado por chechenos.

Este hecho sirvió de base para una acción de protesta “Ucrania sin Kuchma”, uno de los movimientos de protesta previos a la Revolución Naranja.

En 2005, después de la llegada al poder de Víctor Yúschenko, la investigación se suspendió. Pero de repente fue hallada la cabeza de Gongadze en un pantano. Aquel mismo año fueron arrestados dos presuntos involucrados en el asesinato, ambos funcionarios del Ministerio del Interior de Ucrania. Pero nunca se supo quién lo había ordenado: el ex ministro del Interior, Yu. Krávchenko, cuya voz también fue detectada en aquella grabación, se pegó un tiro horas antes de la indagatoria, o más bien, dos tiros… En 2009 fue arrestado el organizador del asesinato, Alexei Pukach, quien, según se afirmó, estuvo oculto todos aquellos años en una casa rural de una pariente, sin sacar siquiera un pasaporte falso. Fue condenado a una larga condena. Luego del caso quedó en el olvido hasta ahora.

No cabe duda que la reanimación del caso de Gongadze es una decisión política. Se sabe que Yanukóvich no se siente obligado con el ex presidente Kuchma, aunque precisamente éste le introdujo en la gran política ucraniana, al nombrarle primer ministro en 2003.

Para Yanukóvich aquel hecho quedó saldado durante la Revolución Naranja del 2004, en la cual Kuchma no apoyó a Yanukóvich.

De ahí es lógico suponer que Kuchma ha sido escogido como cabeza de turco para satisfacer a la oposición nacionalista que últimamente se activó demandando sacrificios.

Por los mismos motivos, para atenuar la tensión en la sociedad, fueron liberados los ministros de Timoshenko. Pero esto no tiene nada que ver con la democracia. M- Pogrebinski expresó la opinión de que Yanukóvich está dispuesto a observar los procedimientos democráticos siempre y cuando este juego no amenace a su poder.

Posiblemente, por esta razón no ha sido liberado el ex jefe del Ministerio del Interior, Yu. Lutsenko, el personaje más controvertido entre los ministros encarcelados. Y en cuanto a la investigación del caso de Gongadze, un ciudadano de a pie debe sacar de ella una conclusión práctica: es mejor abstenerse de conflictos con las autoridades.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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