Ni el propietario del club Diana de Tordera, ni el del Edén de Fontcoberta, han inculpado al guardia civil acusado de proxenetismo. Ni a él ni a su mujer, ni al portero de discoteca, procesados los tres por, presuntamente, traer a chicas de Ucrania y obligarlas a ejercer la prostitución.
Durante la sesión del juicio que se está celebrando esta semana en la Audiencia de Girona, los propietarios de los locales han asegurado que las chicas trabajaban voluntariamente en los clubes.
Sí han reconocido al guardia civil, ya que "era cliente" de los locales, pero han afirmado que desconocían sí traía a chicas o no para que se prostituyeran. José Moreno, propietario del Edén, ha explicado que una de las víctimas llegó a su local en taxi, y que le entregó el pasaporte original.
"No observé nada irregular, aunque tampoco lo controlo mucho", ha reconocido Moreno, que ha insistido en que si hubiera visto algo raro, hubiera actuado al respecto. Moreno, que también es el propietario del Eclipse de Montràs y del Paradise de La Jonquera, está imputado por otra causa de proxenetismo y por blanquear dinero procedente de la prostitución.
En la sesión de esta mañana también han declarado diferentes agentes de la Guardia Civil. Estos han explicado que empezaron la investigación a partir de informaciones que recibieron de un confidente.
Fue cuando detuvieron a los tres acusados que interrogaron a las tres mujeres que han acabado denunciando a la banda. El juicio continuará mañana con la declaración de más testigos.
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