miércoles, 21 de julio de 2010

El FMI no necesita, ni merece más dinero: analistas

Washington. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ni necesita ni merece más dinero. Su jefe, Dominique Strauss-Kahn, quiere 250.000 millones de dólares más para aumentar el actual poder de crédito del FMI de 750.000 millones de dólares.

Pero, el Fondo tiene una amplia capacidad aún disponible. Su registro de política mixta también hace que su solicitud sea cuestionable. Subvenciones adicionales al FMI y a otras partes del abultado sector público global arriesgan más distorsión económica. El FMI extendió 188.000 millones de dólares en créditos en los 18 meses entre el inicio de la crisis actual y el final de abril de este año.

Dentro de sus recursos existentes casi el doble aún están disponibles, o cerca de 350.000 millones de dólares a finales de marzo. Es cierto que algunos de esos fondos están en monedas ilíquidas. Aun así, el fondo tiene municiones para lidiar con muchos más problemas derivados de la crisis. Tampoco el registro del FMI es perfecto bajo ningún concepto. Por el lado positivo, su crédito a Letonia parece haber tenido el efecto deseado en alentar el programa de austeridad del Gobierno, permitiéndole a Letonia mantener su paridad de tipo de cambio y generar los inicios de una recuperación económica.

La producción industrial, por ejemplo, subió 10,9 por ciento en el año a mayo.

En Ucrania, no obstante, la inflexibilidad del FMI el 2009 ayudó a desestabilizar al Gobierno, relativamente promercado, de Yulia Tymoshenko, la entonces primer ministro -aunque los fondos han estado fluyendo más libremente desde que Viktor Yanukovich derrotó a Tymoshenko en la elección presidencial a comienzos de este año.

En Hungría, por el contrario, el dinero del FMI ayudó a prolongar la vida del derrochador Gobierno que perdió poder en abril, pero ahora ha estado al menos temporalmente cortado para el Gobierno reformista del primer ministro Viktor Orban. Cuales sean los resultados eventuales, estos ejemplos muestran que las decisiones de financiamiento del FMI implican consideraciones políticas y también fiscales.

Los sectores públicos del mundo han crecido en gran medida durante la última recesión, generando abultados déficits y cargas de deuda y arriesgan aplastar la actividad del sector privado. Incrementando el financiamiento del FMI expandiría el rol del Gobierno y con fondos que no rinden cuentas a ningún electorado, y mucho menos a las fuerzas del mercado. La ambición billonaria de Strauss-Kahn va demasiado.

Dominique Strauss-Kahn, director gerente del FMI, pidió un aumento en los recursos de crédito desde 750.000 millones de dólares a 1 billón de dólares para construir redes de seguridad que puedan evitar crisis financieras. "Sólo porque el rol de financiador disminuye no significa que no necesitemos tener un inmenso poder de municiones", dijo al Financial Times.

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