FERRARI PROSIGUE SU ARROLLADORA EXPANSIÓN DE TIENDAS TEMÁTICAS. SE ESTÁN FORRANDO CON ELLAS

Se están poniendo las botas. Ferrari no es una marca sino una religión, no tiene seguidores; tiene creyentes. El Caballino anda en plena expansión de sus iglesias para que los adeptos vayan a rezarle al jaco y de paso se dejen unos lebros a cambio de llevar su símbolo pegado de alguna manera. En pleno desarrollo de su negocio acaban de abrir dos nuevos establecimientos, uno en Kiev, Ucrania, y otro en Bahrein. A las inauguraciones de cada uno acudieron Giancarlo Fisichella, que se tuvo que entender con los ex-soviéticos, y al de Bahrein acudió Felipe Massa justo unos días antes del Gran Premio de este país. Hay más colmados coloraos como estos en Milán, Roma, Venecia, Londres, Barcelona, Atenas, San Francisco, Miami, Macao, Dubai y los que están por llegar. Este crecimiento constante y mantenido seguirá a este ritmo hasta completar las 60 Ferrari Store previstas. Si te parece que en ellas sólo se venden tonterías para caprichosos de tarjeta alegre, deberías saber que el que guarda el caballo se embolsa 600 minolles de lebros cada año con lo que se despacha con el jaco pintao. Más que con los coches. ¿Alucinas, no?. Pues nosotros también.