lunes, 25 de enero de 2010

Putin se sigue resistiendo a reformar el sistema político

"No debemos permitir la 'ucranización' del sistema político, como tampoco debemos inclinarnos hacia el totalitarismo y el despotismo", afirmó Putin esta semana tras la primera vuelta de las elecciones presidenciales ucranianas validadas como democráticas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OSCE).

Putin, que dejó de ser presidente en mayo de 2008 para asumir el cargo de primer ministro, sigue considerando intocable el modelo de poder -una centralización político-administrativa similar al conducto reglamentario militar- que él impuso.

Como resultado, sólo cuatro partidos políticos tienen representación parlamentaria, los gobernadores son designados por el Kremlin y la oposición liberal está marginada.

"Todo sistema político eficaz debe tener un saludable nivel de conservadurismo. El sistema político no debe temblar como la gelatina cada vez que la tocas", dijo.

Putin reconoció la necesidad de "perfeccionar" el sistema de vez en cuando pero, eso sí, "actuando siempre con una extrema precaución".

Al aludir directamente a Ucrania, se refería al hecho de que desde la victoria de la "revolución naranja" en 2004 el país vecino celebrara varias elecciones, tuviera cuatro primeros ministros y los escándalos hayan sido continuos.

Putin, que recibió hace diez años el poder de manos del primer presidente democráticamente elegido de la historia de Rusia, Borís Yeltsin, hizo estas afirmaciones durante una reunión del Consejo de Estado presidida por el jefe del Kremlin, Dmitri Medvédev.

El mensaje para navegantes no se presta a confusión: Putin no ve a Rusia preparada para las drásticas reformas políticas que demanda el sector liberal del Kremlin, la oposición y muchas cancillerías occidentales.

El jefe del Gobierno ruso, en una frase más propia de un dirigente chino, cree que Rusia necesitará una democracia dirigida hasta que el nivel de vida de la población y su madurez política se hayan acercado a los niveles occidentales.

De hecho, en los 20 meses que Medvédev lleva en el poder lo único que ha podido hacer es aportar algunos retoques cosméticos que le han permitido dejar su impronta personal, pero que apenas le han alejado de la senda marcada por su antecesor.

En su primer mensaje sobre el estado de la nación, Medvédev, que no ha justificado la vitola de liberal con la que llegó al Kremlin, propuso aumentar de cuatro a seis años el mandato presidencial.

De esta forma, el candidato que gane los comicios presidenciales de 2012 podrá permanecer en el Kremlin hasta 2018, modificación que bien podría ser aprovechada por el propio Putin.

Medvédev también pidió modificar el artículo 93 de la Constitución e incrementar de cuatro a cinco años la legislatura de la Duma, modificación que no cambiará el hecho de que la cámara de diputados no es un lugar de debate.

Además, echó un cable a los partidos minoritarios al bajar del 7 al 5 por ciento del porcentaje de votos necesarios para acceder al arco parlamentario.

"Estoy convencido de que a muy corto plazo y en un futuro previsible contaremos con un sistema político moderno del que nadie de nosotros se tendrá que avergonzar y al que igualmente criticaremos", dijo Medvédev en la reunión del Consejo de Estado.

Lo que tampoco se ha atrevido es a cambiar el precepto constitucional que prohíbe ejercer más de dos mandatos presidenciales consecutivos, razón por la que Putin tuvo que dejar el Kremlin en 2008.

En todo caso, ahora Putin sí podría presentarse a la reelección en 2012 y en caso de victoria podría sentarse en el Kremlin durante otros doce largos años.

Nadie descarta esa posibilidad, teniendo en cuenta que la popularidad de Putin no ha bajado en ningún momento del 60 por ciento, incluso en los peores meses de la crisis económica, varios puntos por encima de su sucesor.

Ambos dirigentes comentaron recientemente que aún tienen que hablar sobre quién se presentará a la reelección dentro de dos años.

"¿Competimos uno contra otro en 2007 (en vísperas de las elecciones presidenciales)? No, no lo hicimos. Así que no lo haremos tampoco en 2012. Llegaremos a un acuerdo", dijo Putin.

Mientras, el eterno líder comunista, Guennadi Ziugánov, afirmó en la misma reunión que la reforma del sistema político es urgente, ya que el partido gobernante, Rusia Unida, se ha convertido en una versión moderna del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS).

De la misma opinión son los liberales, que además acusan a Putin de poner en pie un sistema en el que se persigue a todos los funcionarios, opositores y activistas que osen disentir o manifestarse en contra del Kremlin. EFE

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