viernes, 29 de enero de 2010

Condenados tres testaferros de redes de estafas en internet

El Juzgado de lo Penal número 3 ha condenado a penas que oscilan entre los ocho y once meses de prisión a tres testaferros que actuaron como intermediarios en estafas conocidas como 'phishing', prestando cuentas bancarias a su nombre para recibir transferencias de otras cuentas sin conocimiento de sus titulares, actividad por la que cobraban una comisión.
En los tres casos las entidades bancarias afectadas por el fraude han reintegrado las cantidades defraudadas (6.683, 4.610 y 26.065 euros respectivamente) a los estafados.
El 'phishing' es un término informático que define un tipo de delito encuadrado dentro del ámbito de las estafas cibernéticas, y que se comete mediante el uso de un tipo de ingeniería social caracterizado por intentar adquirir información confidencial de forma fraudulenta (como puede ser una contraseña o información detallada sobre tarjetas de crédito u otra información bancaria).
El estafador, conocido como 'phisher', se hace pasar por una persona o empresa de confianza en una aparente comunicación oficial electrónica, por lo común un correo electrónico, para obtener información confidencial.
El Penal número 3 ha dictado tres sentencias con otras tantas condenas por estafa, que tienen este método cibernético como 'modus operandi'. La condena más grave, once meses de prisión, ha recaído sobre Joan Antoni P. C., de 46 años. Según la sentencia, en mayo de 2006 el penado contactó a través de internet con personas desconocidas que le propusieron facilitar un número de cuenta a su nombre para realizar ingresos en la misma. Después, debía reintegrar esas cantidades y remitirlas a determinadas personas, todas ellas con domicilios en Ucrania, Rusia y Letonia. A cambio, por su labor de intermediación, recibía un 10% de comisión.
Intervención esencial
La resolución judicial explica que la intervención del encausado era «esencial» para realizar las trasferencias no autorizadas desde las cuentas de sus titulares. Así, en distintas fechas de ese mismo mes, Joan Antoni recibió en su cuenta un total de 26.060 euros. Tras descontar su comisión, transfirió el resto a destinos de Ucrania, Rusia y Letonia.
El segundo condenado, Yehven V., de 25 años y nacionalidad ucraniana, fue contratado en julio de 2005 por un 'phisher' residente en San Petersburgo para que abriera una cuenta bancaria en Torrelavega. Allí le ingresaron dos transferencias por un importe total de 6.683 euros, procedentes de una cuenta de Granada, sin conocimiento de su titular. Después el acusado extrajo dicha cantidad que, previa deducción de la comisión, reenvió a las personadas residentes en San Petersburgo (Rusia).
En el tercer caso de 'phishing' ha sido condenado José María P. T., de 38 años, que sirvió de intermediario en una estafa de 4.610 euros que envío a un destino de Moldavia. Los hechos se produjeron en el año 2005, cuando el testaferro recibió dos transferencias por un importe total de 4.610 euros y las reenvió a la República de Moldavia, tras desquitar su comisión. Como en los demás casos el banco ha reintegrado la cantidad defraudada al titular de la cuenta afectada.

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