Esta vez, sí. Tras siete meses de cautiverio, el carguero Ariana , de capital griego y tripulación ucraniana, ha sido puesto en libertad tras el pago de un rescate que algunas fuentes sitúan en 2,6 millones de dólares (1,7 millones de euros) y otras elevan hasta los 2,8 (1,9 millones de euros). A diferencia de lo ocurrido a finales del mes pasado, cuando los somalíes anunciaron una liberación que finalmente no se produjo, en esta ocasión la confirmación llegó tanto por parte de los secuestradores -que comunicaron a varias agencias de noticias que estaban repartiendo el dinero para abandonar el barco-, como del armador, el griego Spiros Minas e, incluso, del presidente de Ucrania, Víctor Yúshchenko, que no dudó en atribuir la puesta en libertad a la actuación de sus servicios secretos y a la colaboración prestada por otros socios internacionales.
El propietario del carguero, que el 2 de mayo pasado fue asaltado a 250 millas de la costa somalí cuando llevaba soja y maíz desde Brasil a Oriente Medio, señaló que la tripulación se encontraba bien. Claro que ese buen estado es relativo: «Tras siete meses de cautiverio, la salud de toda la tripulación es razonablemente buena», puntualizó a AFP Mykola Malomuzh, portavoz de la agencia de espionaje ucraniana. Padecen diversas enfermedades, pero «no hay situaciones críticas» y tampoco corre peligro la vida de la mujer que se encuentra a bordo, que estaba embarazada y perdió al bebé durante el cautiverio. Precisó que el estado de salud de la mujer ha mejorado en las últimas semanas gracias a los medicamentos entregados por los marineros españoles del atunero Alakrana .
Fueron precisamente los tripulantes del atunero vasco, que el 14 de octubre -cuando llevaban 13 días de cautiverio- fueron conducidos hasta el Arianapara abastecerlo de víveres y de combustible, los que arrojaron luz sobre la situación en la que se encontraba la tripulación del barco, especialmente las tres mujeres que había a bordo del carguero griego, entre ellas una niña de unos 14 años, que había sido violada por los secuestradores.
Entrega del botín
El presidente ucraniano anunció que el carguero griego pondrá rumbo al puerto más cercano y que su Gobierno fletará un avión para llevarlos de regreso a Ucrania. Por lo de pronto, el Ariana no tiene combustible para navegar por su cuenta, de ahí que, tras su liberación, pasase a ser custodiado por un buque portugués que participa en la operación Atalanta.
Yúshchenko subrayó que la liberación de los marineros estuvo precedida de un arduo trabajo y de «conversaciones difíciles y tensas». «Vivimos momentos extremadamente difíciles. Hubo días en que las conversaciones acababan en un callejón sin salida». Inicialmente, los piratas reclamaban 10 millones de dólares, que luego rebajaron a 6, mientras el propietario ofrecía 1,6.?
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