Ucrania pasa su primer fin de semana en cuarentena por culpa de la gripe A. Decenas de miles de personas han acudido a las farmacias en las últimas horas para aprovisionarse de máscaras y medicinas con las que hacer frente a la temida enfermedad. La alarma se ha disparado tras reconocer el gobierno que el extraño virus que en las últimas semanas había matado a una treintena de personas en el oeste del país no es otro que el A H1N1. La crisis sanitaria ha paralizado temporalmente la campaña de las presidenciales
ucranianas y ha obligado a cerrar todas las escuelas y universidades durante 3 semanas. La primera ministra, Julia Timoshenko, anunció ayer la compra urgente de vacunas y medicamentos para combatir la epidemia.
Al igual que el virus, el miedo no entiende de fronteras. Las autoridades polacas aconsejan a sus ciudadanos no viajar al país vecino y ofrecen folletos a quienes lo hacen informándoles de cómo evitar el contagio: “No tengo miedo -decía un ciudadano que se disponía a entrar en Ucrania-. Estuve en Italia, donde se declararon varios casos. Lo normal es que la gripe no mate a nadie”.
Varsovia descarta por el momento el cierre de fronteras con Ucrania, aunque ha puesto en estado de alerta a sus servicios sanitarios.
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