miércoles, 5 de agosto de 2009

EDF y Enel devuelven las esperanzas nucleares a Italia

La reactivación de la industria de la energía nuclear en Italia después de más de 20 años dio un gran paso ayer después de que Enel, la mayor energética del país, y la francesa EDF lanzaran una empresa conjunta para estudiar la construcción de nuevas centrales nucleares en el país.

Los italianos rechazaron la energía nuclear mediante un referéndum en 1987, un año después de que el accidente en la central nuclear de Chernobyl en Ucrania conmocionase a todo el mundo y volviera a la opinión pública contra la energía atómica. En esa época, Italia contaba con cuatro centrales nucleares operativas y había una quinta en construcción. Todas fueron cerradas después de referéndum.

Pero ante la creciente preocupación en Europa por el peligro que supone depender en exceso del suministro de gas ruso, la industria nuclear vuelve a salir a escena, y no sólo en Italia. Francia y Finlandia están construyendo reactores, Reino Unido planea lanzar un gran programa nuclear y España ha retrasado el cierre de su central más antigua, abriendo la puerta a la prolongación de la vida útil del resto de complejos. La energía nuclear ha ido ganando apoyos a medida que la independencia energética cobra importancia política.

Europa dispone de cerca de 200 reactores nucleares que producen 170.000 MW de electricidad, cerca del 31% de las necesidades del continente. Cuatro países –Francia, Bélgica, Eslovaquia y Lituania– usan energía nuclear para producir más de la mitad de la electricidad que necesitan.

Pese a que el consumo eléctrico ha caído en Italia y el resto de Europa como consecuencia de la recesión global, se espera que la demanda repunte a medida que se recupere la economía. La construcción de nuevos reactores no comenzaría como mínimo hasta 2013, y estarían operativos durante varias décadas.

Enel y EDF anunciaron ayer que habían creado una empresa conjunta para explorar la viabilidad de construir al menos cuatro centrales nucleares en Italia con el tipo de reactor presurizado europeo (EPR) del que es partidaria la empresa francesa. EDF ya ha iniciado la construcción de un EPR en Flamanville, al norte de Francia.

La elección de ese tipo de reactor confirma el dominio de Areva, diseñadora del EPR, en el área de la tecnología nuclear en Europa.

Dependiendo de cuáles sean los planes del gobierno italiano con respecto a su nuevo programa de energía nuclear, cabe la posibilidad de que se invite a empresas que usen otra tecnología a construir centrales.

La nueva empresa franco-italiana, conocida como Sviluppo Nucleare Italia, tendrá su sede en Roma, y será propiedad en similar porcentaje de ambas compañías, que nombrarán cada una a cuatro directivos. Enel designará al consejero delegado, mientras que EDF escogerá al presidente y al vicepresidente.

Una vez que se hayan concluido los estudios, se concederán los contratos de construcción, propiedad y explotación de cada central a distintas empresas.

Fulvio Conti, el consejero delegado de Enel, señaló que la empresa “preparaba el terreno para el regreso de la [industria] nuclear a Italia”. Aseguró que, en los últimos años, Enel había recuperado la experiencia energética que disfrutó Italia en los años 70 y principios de los 80. Enel estaba “preparada para asumir el liderazgo del programa nuclear italiano” junto con EDF.

El Parlamento italiano aprobó el mes pasado una ley que abría la puerta al relanzamiento de la industria nuclear nacional. Este movimiento seguía a la firma de un acuerdo en febrero entre Silvio Berlusconi, el Primer Ministro italiano, y Nicolas Sarkozy, el Presidente de Francia, bajo el que Enel y EDF unirían fuerzas para el renacimiento de la industria nuclear italiana.

La ley permite la creación de una agencia italiana de seguridad nuclear que, entre otras funciones, escoja los emplazamientos para las nuevas centrales. Algunas regiones y provincias italianas, incluidas Véneto al noreste y Sicilia, ya han expresado su interés. Pero, según advirtieron ayer varios expertos, la oposición de políticos y defensores del medio ambiente a la construcción de complejos nucleares podría provocar largos retrasos.

Aún existen algunos problemas del obsoleto programa nuclear de Italia que se extienden por todo el país, como la gestión de los residuos nucleares. Según 'El precio a pagar', un libro sobre la industria nuclear publicado en Italia el año pasado, el país cuenta con cerca de 90.000 metros cúbicos de residuos nucleares almacenados en centros provisionales.

Aún no se ha clarificado cómo se financiará la construcción de las centrales, que se sacará a concurso. Según Enel, la construcción de un complejo nuclear EPR con una potencia instalada de 1.600 MW cuesta cerca de 4.000 millones de euros.

La empresa de servicios públicos italiana cuenta con operaciones nucleares en otras regiones de Europa, con una capacidad operativa de 5.700 MW, y otros 1.080 MW en construcción en Francia, España, Rumanía y Eslovaquia. También ha firmado acuerdos con operadores rusos para el desarrollo conjunto de complejos nucleares en ese país.

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