sábado, 28 de febrero de 2009

Alexander Kuznetsov

La confianza mutua con la OTAN es bastante baja”

Cómo percibe Rusia su relación con la nueva administraciónde Estados Unidos? 
Recibimos señales positivas de la nueva administración de Estados Unidos, que se muestra más dispuesta a trabajar con nosotros sobre problemas internacionales y de la agenda bilateral e internacional. Rusia, por su parte, está preparada para un trabajo conjunto en sus relaciones con Estados Unidos. Rusia es un factor de estabilidad importante de las relaciones internacionales y hay muchas tareas conjuntas. Lo principal es que el diálogo entre los países se de en pie de igualdad, que cada parte tenga en cuenta los intereses de la otra.

El presidente Obama ha pedido a sus socios más tropas para Afganistán. ¿Podría participar Rusia en la ISAF?
No se plantea el tema de participar con tropas rusas en las actividades de la coalición. Pero Rusia está dispuesta y coopera tanto con el Gobierno de Afganistán como con los países de la coalición en el tránsito de material no militar por territorio de Rusia. Cuando EEUU pidió autorización para transportar dimos el acuerdo inmediatamente. Rusia también participa en la preparación de personal de seguridad de Afganistán y también está dispuesta a cooperar contra el narcotráfico, un problema muy serio.


Un tema de fricción con Estados Unidos es la instalación de un escudo de defensa antimisiles en Polonia y la República Checa. ¿Tienen garantías de Washington para no considerarlo una amenaza? 
De momento, no hemos tenido ninguna garantía. Lo que se dijo en (la Conferencia de Seguridad de) Munich es que EEUU estaría dispuesto a tener en cuenta la opinión de Rusia, que va a analizar positivamente este tema, pero aún no hemos tenido respuesta.
La posición de Rusia sigue siendo una propuesta de acuerdo triple entre Rusia, EEUU y Europa para paliar eventuales amenazas de misiles. Rusia está dispuesta a ofrecer estaciones de radar en su propio territorio y en Azerbaiyán, sobre todo con la idea de amenazas reales en el espacio europeo. 
En cuanto al sistema que quiso realizar la anterior administración estadounidense, hemos dicho con los hechos en la mano que no tiene nada que ver con la amenaza de misiles desde Irán, sino con la estabilidad estratégica de Rusia y Estados unidos.
(Ahora) hay ciertas señales positivas de que la administración actual está dispuesta a trabajar en este tema para el beneficio de la seguridad europea.

¿Por qué se opone Rusia a la entrada de Georgia y Ucrania en la OTAN? 
Rusia no está en contra del ingreso de Georgia y Ucrania, sino contra el principio de la ampliación de la OTAN. Por distintas razones. La primera es que cuando cayó el Muro de Berlín y esperábamos construir una relaciones nuevas entre Rusia y Occidente, tuvimos el compromiso de occidente de que la OTAN no se iba a ampliar. Pero Occidente no lo respetó. En segundo lugar, la ampliación (de la OTAN) no resuelve ningún problema de seguridad colectiva europea, sino que lo agrava porque crece la desconfianza y porque los países que entran en la OTAN lo hacen con la mentalidad de la Guerra Fría, pensando que el objetivo es la contención de Rusia. Si (la ampliación de la OTAN) avanza con países como Ucrania y Georgia se crearán otros focos de tensión. En Ucrania la mayoría de la población está en contra del ingreso en la OTAN porque teme consecuencias en sus relaciones con Rusia. En Georgia hemos visto el verano pasado cómo un régimen irresponsable desató la presión contra Osetia del Sur, que es lo que va a ocurrir si se integra en la OTAN. Precisamente, esto ocurrió después de que Georgia recibiese garantías de que se podrían integrar. La ampliación de la OTAN no beneficia para nada la seguridad europea y desvía la atención sobre verdaderos desafíos como el terrorismo internacional, la proliferación nuclear o la situación en Afganistán o en Oriente Próximo.

¿Se siente Rusia defraudada porque Occidente no cumplió sus promesas sobre la OTAN? 
Creo que occidente cometió un error cuando consideró a Rusia como una especie de enemigo derrotado en lugar de como un aliado potencial. A final de los 90 pensamos en construir unas relaciones completamente nuevas con Occidente y la OTAN, hemos hecho todo lo que hemos podido. En la OTAN existen mecanismos como el Consejo OTAN-Rusia y un convenio de cooperación militar, pero cuando se produjo el conflicto en Georgia el pasado verano, el Consejo OTAN-Rusia ni siquiera se convocó para encontrar una solución. El grado de confianza mutua está a un nivel bastante bajo.

¿La confianza de Rusia hacia Europa es la más baja desde la caída de la URSS? 
No lo diría así, porque también hay otros factores como el papel bastante positivo de la UE, bajo Presidencia francesa, en la búsqueda de un fin al conflicto en el Caúcaso. Todos los países europeos se dan cuenta de que hay un problema de confianza.

¿Cómo se podría restaurar esta confianza? 
Puede establecerse si nuestras relaciones respetan el principio de seguridad igual para todos, no la de unos en detrimento de otros. Por eso, el presidente Medveded ha propuesto un nuevo tratado de seguridad europea para que toda Europa, sin excepción, se pueda apoyar en mecanismos colectivos y no en reacciones unilaterales, como el caso del escudo antimisiles o la ampliación de la OTAN. La seguridad puede ser real sólo cuando un Estado está en la misma situación que el resto de los países.

Rusia ha propuesto un nueva relación con Europa en el ámbito de la energía, en virtud de la que Gazprom podría entrar en los mercados europeos y Europa podría invertir en este sector en Rusia. ¿Qué mejoras supone con respecto a la Carta de la Energía que Moscú se niega a ratificar? 
La cooperación energética es un tema muy importante en las relaciones entre Rusia y la UE. Rusia, desde siempre, desde la época soviética, ha sido un suministrador muy fiable, pero después los países de tránsito experimentaron un cambio y la situación se ha complicado. Durante muchos años, Rusia subvencionó la economía de estos países cobrando precios muy bajos por el gas que iba por Ucrania. Cuando Ucrania no ha respetado sus compromisos se han producido varias crisis. 

¿Por qué Rusia no quiere ratificar la Carta de la Energía? 
Vemos que no funciona, no es un instrumento eficaz. Ha sido firmada y ratificada por Ucrania y prevé que los países de tránsito tienen el compromiso de asegurar el tránsito de gas, independientemente de los litigios con los países suministradores. Ucrania no lo ha respetado. Rusia ha actuado con total transparencia desde el primer día. Trabajó con la Comisión Europea y con los socios europeos porque nuestro interés es mantener el flujo estable de gas a los países de la UE, sobre todo en época de crisis, cuando nosotros también necesitamos el suministro. Esperamos que las crisis no se repitan y estamos dispuestos a buscar mecanismos seguros.

Aún así se acusa a Rusia de hacer chantaje político con el abastecimiento de gas 
“Chantaje político” es una expresión que aparecía en un discurso de Bush y es un tópico que no tiene ningún sentido. No tiene nada de realidad porque hay una interdependencia real entre Rusia y la UE en el campo energético y hay que conseguir que esta interdependencia sea positiva. Pero que alguien me muestre algún ejemplo de chantaje político. Decir esto es una manera de presionar políticamente a mi país.

¿En qué momento se encuentran las relaciones bilaterales entre España y Rusia? 
Son muy buenas, yo diría excelentes. Desde hace años se desarrolla un diálogo político de alto nivel, no protocolario, sino sobre la base de un entendimiento mutuo, de confianza y sintonía en los acontecimientos de la actualidad. Por primera vez en la historia ha aumentado considerablemente el nivel de intercambio económico y comercial, hasta un nivel bastante respetable, del orden de 10.000 millones de euros.
Las inversiones de España en Rusia también han aumentado varias veces.
Aunque es cierto que todavía las relaciones económicas no están a la altura de las potencialidades de los dos países. Tienen todavía un porcentaje muy modesto, por eso buscamos ámbitos donde podemos tener una cooperación más importante (en energía, ferrocarriles, infraestructuras…). El año pasado empezaron los trabajos de una comisión mixta para aumentar la cooperación económica. También hay cooperación en otros ámbitos: cultural, relaciones directas entre universidades, cooperación cada vez más intensa en la lucha contra el crimen.
Rusia y España pueden ser socios fiables importantes el uno para el otro porque no tienen ningún tipo de contencioso y hay una simpatía cultural.

Rusia apoyó públicamente la entrada de Lukoil en el accionariado de Repsol. En España se ha visto la operación como una injerencia del Gobierno ruso en un sector estratégico, ¿está de acuerdo? 
Ni siquiera creo entender de qué injerencia rusa se puede hablar. Recientemente se ha informado de que Enel, una compañía donde el 10% del capital es del Estado italiano, se ha hecho casi con el 100% de Endesa y nadie habla de injerencia estatal. Hay críticas, pero no demonización. Cuando se trata de una empresa europea, puede ser un error; pero si es rusa se presenta como un crimen. (Lukoil) es una compañía privada, con presencia en muchos países, incluido EEUU

¿Sabe en qué punto se encuentran los contactos entre Lukoil y Repsol? 
No hago comentarios sobre este tema porque son empresas privadas y no entro en detalles sobre eventuales tratos.

Los presidentes de España y Rusia volverán a coincidir en la cumbre del G-20 de Londres. ¿Cuál es la aportación que pueden hacer España y Rusia a la superación de la crisis y la reforma del sistema financiero internacional? 
Vivimos una situación insólita, con una crisis que por su amplitud y sus orígenes no tiene precedentes pero que sí ha demostrado que el mundo es interdependiente y que es necesario buscar una solución sobre una base colectiva, que es tarea del G-20.
España, una país con un potencial económico importante, que se encuentra entre los primeros inversores extranjeros, con un sistema bancario importante, claro que puede aportar a la búsqueda de una solución. Rusia también está en una situación importante para la economía mundial y también quiere aportar y solucionar porque la crisis nos ha afectado a todos con bastante seriedad. En la reunión de Washington se tomaron medidas hacia una mayor transparencia de las operaciones financieras, más control de los mercados financieros y vamos a seguir la tarea. En Londres tenemos que avanzar en la cooperación.

Varias agencias de calificación han advertido del riesgo de colapso económico de algunos países del Este. ¿Cómo está siguiendo Rusia la situación económica en sus vecinos? ¿Estaría incluso dispuesta a rescatar a alguno, tal y como admiten que quizá tendrán que hacer sus socios de la UE? 
No puedo decir sobre proyectos concretos, pero por supuesto que nos interesa (la situación). En cuanto a los países vecinos, los que antes formaron parte del Pacto de Varsovia, buscamos unas relaciones normales. Cuando hay interés de estos países por construir unas relaciones pragmáticas, Rusia enseguida tiende la mano. Aún tenemos problemas no resueltos con la población rusa de Estonia y Letonia, pero tampoco exigimos nada especial, que se respeten los pactos europeos sobre derechos humanos y las recomendaciones del Consejo de Europa. No es normal que un portugués o un español puedan vivir y votar en Estonia y Letonia, mientras que parte de la población autóctona no puede participar en las elecciones, son no ciudadanos.
Rusia tampoco puede aprobar las manifestaciones de antiguos miembros de las SS, que vemos como un insulto de los que cayeron. Pero en cuanto a las relaciones en general, claro que queremos una buena vecindad con estos países, hay que mirar al futuro, no al pasado.

En los últimos meses, Rusia ha firmado acuerdos energéticos con Cuba, Venezuela, ha lanzado un canal de televisión para América Latina y ha confesado su máximo interés por Brasil. ¿Se puede hablar de una nueva era de las relaciones entre Rusia y América Latina? 
Últimamente ha habido muchas visitas del presidente Medveded a América Latina, igual que de presidentes latinoamericanos a Moscú. Tampoco se puede hablar de una nueva época porque Rusia siempre ha mantenido relaciones muy cordiales con América Latina. Otra cosa es que nuestras empresas antes no estaban en condiciones de abrirse en otros mercados y ahora las empresas energéticas de Rusia tienen contratos en estos países. Políticamente, la base de las relaciones consiste en un pleno entendimiento sobre la visión de las relaciones internacionales, de que tiene que haber un orden internacional más seguro y más estable basado en el derecho internacional, con un papel central de la ONU y con cooperación multilateral. Son relaciones que no tienen ninguna connotación ideológica del pasado ni en las rivalidades anteriores entre la URSS, EEUU y el Tercer Mundo. Se basan en el interés mutuo, porque los países de América Latina están interesados en tener unas relaciones importantes con Rusia.
Con Cuba es el mismo caso, existen simpatías naturales entre nuestros países. Es una relación basada en un interés real de acercamiento en el ámbito económico, donde Rusia pueda aportar algo.
Con Rusia pasa lo que pasaba con España hace algunas décadas, cuando las empresas españolas empezaron a internacionalizarse con grandes inversiones en América Latina. En nuestro caso, aún no estamos en ese nivel pero los mercados de América Latina puede ser muy interesantes porque hay un ambiente muy favorable para una cooperación muy ventajosa. 

No hay comentarios: