Enemigos, socios y nuevamente enemigos. Ucrania da una nueva vuelta de tuerca a la crisis política tras la batalla campal que se vivió ayer en el parlamento. Diputados del gubernamental bloque Yulia Timoshenko llegaron “a las manos” con representantes del pro-ruso Partido de las Regiones -sus socios circunstanciales- por haber votado estos últimos a favor de la dimisión del presidente de la cámara, Arseni Yatseniuk. Los miembros del Bloque temen que el siguiente paso del Legislativo sea destituir al gobierno, a lo que se oponen con uñas y dientes.
Arseni Yatseniuk -que se quejaba con amargura de lo ocurrido- renunció al cargo en septiembre tras la disolución de la coalición que integraban las fuerzas pro-occidentales. Miembro del partido de Victor Yuschenko, Yatseniuk ha sido víctima de las desavenencias del presidente con la primera ministra, Yulia Timoshenko, su principal aliada durante la Revolución Naranja.
Yuschenko quiere zanjar en las urnas sus diferencias con Timoshenko, pero ayer anunció que ha abandonado sus planes de convocar comicios anticipados este año debido a la gravedad de la crisis económica y financiera que atraviesa el país.
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