martes, 24 de junio de 2008

Unos 100.000 ucranianos han huido de casa para no efectuar el servicio militar

Unos 100.000 ucranianos han huido de casa para no efectuar el servicio militar
Los jóvenes desertores esperan que la primera ministra cumpla la promesa de abolir la mili
Mientras al presidente ucraniano, Viktor Yuschenko, la boca se le hace agua cuando habla con altos representantes de la OTAN sobre su deseo de formar parte de esta alianza militar, Ucrania corre el riesgo de quedarse sin efectivos.Según los datos oficiales, 100.000 reclutas ucranianos se están escondiendo de las autoridades desde el pasado 1 de enero para no hacer el servicio militar, que es obligatorio en Ucrania. Esta abstención sin precedentes es consecuencia de la reciente campaña parlamentaria y las falsas promesas. La actual primera ministra ucraniana, Yulia Timoshenko, prometió el año pasado (la víspera de las elecciones) que su primer paso, si conseguía gobernar, sería abolir el servicio militar obligatorio a partir del 2008. Muchos en Ucrania consideran que precisamente esta promesa le garantizó la victoria electoral y la aupó hasta la jefatura del Gobierno.Falsas promesasSin embargo, del dicho al hecho hay mucho trecho. Por el momento, la reforma militar está fuera del presupuesto público, mientras la propia Timoshenko hace oídos sordos a las exigencias de sus fervientes admiradores de abolir el servicio militar obligatorio tal y como se había comprometido. Como resultado, miles de reclutas se han dado a la fuga y hoy permanecen escondidos con la esperanza de que la primera ministra cumpla con su bonita promesa."El impresionante número de reclutas que se dieron a la fuga se debe a la anunciada reforma militar", aseguró a este diario Yuri Jristenko, el comisario militar de la región de Donetsk. "Hay rumores de que la han aplazado un año. Si esto es verdad, me quedan solo seis meses para ser libre", afirma Dmitró, un kievita de 19 años, que abandonó el apartamento de sus padres y se trasladó a un piso alquilado para que no le encontraran. Dmitró, como muchos de sus coetáneos, piensa que la entrada de Ucrania en la OTAN garantizaría los recursos para llevar a cabo la reforma militar.Pero hasta que la abolición de la mili siga siendo solo una buena intención de los políticos, los reclutas que se abstienen correrán el riesgo de pasar hasta tres años en prisión si ignoran la citación de llamada a filas repetidamente. La actitud de las autoridades locales ante los fugitivos depende de sus preferencias políticas. En las regiones que apoyan al actual régimen proeuropeo hacen la vista gorda, mientras en las zonas prorrusas la policía está buscando con más ardor a los reclutas fugitivos.A Yuri, un kievita de 21 años que se dedica a instalar equipos de aire acondicionado, lo capturaron cuando vino a la casa de su madre, en el centro de Kiev. Se acercó un momento aprovechando la confusión en el día cuando toda la capital ucraniana se preparaba para el gran concierto al aire libre del exbeatle Paul McCartney. Cuando entró en el portal, se encontró cara a cara con dos policías y un oficial del Ejército que le requisaron el pasaporte y le llevaron directamente a la caja de reclutas.La policía ucraniana se aprovechó del recital, que atrajo a Kiev a casi medio millón de personas de otras ciudades ucranianas, para hacer una redada contra los reclutas requeridos por la justicia a causa de su negativa a hacer el servicio militar obligatorio. Sabían que muchos de los jóvenes buscados se jugarían la vida para ver por primera vez al mítico cantante del Reino Unido.Concierto y desconciertoSin embargo, incluso la llegada de McCartney no ayudó mucho acelerar la temporada del reclutamiento que termina el 1 de julio. "Nadie en Ucrania quiere ser el último recluta. Las irresponsables promesas de los políticos han agravado al límite la ya de por si complicada situación en lo que se refiere al reclutamiento. Si la tendencia a la deserción progresa, pronto nos quedaremos sin efectivos", opina el portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano, Igor Jaliavinski.Las madres de los jóvenes ucranianos son todavía más críticas con Timoshenko. "Nuestros hijos no son criminales. Se han convertido en los rehenes de las guerras políticas y de falsas promesas de Timoshenko", sentenció Liudmila Kirichenko, presidenta de la asociación Bereguina Ukraini que se dedica a proteger los derechos de reclutas.

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