miércoles, 7 de mayo de 2008

Jura nuevo presidente ruso y anuncia aumento de las libertades civiles

Dimitri Medvedev asumió el mandato y se convirtió así en el tercer presidente de Rusia. Allí afirmó que la prioridad en su gestión será el "desarrollo de las libertades cívicas y económicas". Se enfrenta a un contexto de inflación, corrupción desenfrenada y relaciones agitadas con Occidente.
Dimitri Medvedev juró hoy como nuevo presidente de Rusia, transformándose en el tercer jefe de Estado desde la disolución de la Unión Soviética, y anunció que durante su gestión se fortalecerán las libertades civiles. Dimitri Medvedev se convirtió así en el tercer presidente de Rusia desde el fin de la Unión Soviética, luego de Boris Yeltsin y Vladimir Putin, tras jurar la Constitución como nuevo mandatario durante una solemne ceremonia en el Kremlin. "Juro respetar y proteger los derechos y libertades, respetar y defender la Constitución de la Federación de Rusia, defender la soberanía y la independencia, la seguridad y la integridad del Estado, servir fielmente al pueblo", afirmó Medvedev al juramentar con la mano sobre la Constitución, frente a Putin, su predecesor y mentor, así como cientos de invitados. Luego, el flamante presidente afirmó que la prioridad de su mandato será continuar con el "desarrollo de las libertades cívicas y económicas". Y dijo que para ello contará con "el apoyo" de Putin, quien poco antes afirmaba que Rusia "avanzó" durante sus ocho años de presidencia y deseó "buena suerte" a su sucesor. Putin, que el jueves se convertirá en primer ministro de Rusia, dejó en claro la influencia que seguirá ejerciendo. "Es sumamente importante para cada uno, continuar el camino que hemos emprendido y que se justifica por sí solo", afirmó Putin. Medvedev, de 42 años, hereda una economía floreciente alimentada por las exportaciones masivas de petróleo y gas, en un país más seguro desde 1991, cuando se produjo el colpaso de la entonces URSS. No obstante, Medvedev, que nunca antes había tenido un cargo electo, tendrá que vérselas con la explosiva subida de precios, una corrupción desenfrenada y relaciones agitadas con Occidente. Medvedev, cuya elección en las presidenciales del 2 de marzo pasado fue criticada por observadores independientes, también tendrá que negociar con Putin que le seguirá los movimientos. El nuevo presidente, que era viceprimer ministro, y Putin, a quien el Parlamento confirmará el jueves- han dejado claro que el puesto de esté último, será el segundo centro de poder en Rusia. Aunque Putin, ex agente de la KGB no pudo presentarse a un tercer mandato consecutivo porque así lo estipula la Constitución, sólo tiene 55 años y podría volver a aspirar a la presidencia en 2012 o inclusive antes, si Medvedev dejara el cargo antes de tiempo. Medvedev, un experimentado abogado, lector educado y amante del grupo británico de rock Deep Purple, es visto como un hombre más informal que el austero Putin. Ya en un discurso de campaña, Medvedev se había pronunciado por la defensa de los derechos humanos y habló duramente contra la corrupción y el "nihilismo legal". Medvedev dijo hasta ahora muy poco sobre su política exterior y sigue estando poco clara cuán amplia será la influencia que Putin ejercerá desde el gobierno. Este relevo en el poder se produce en un momento de relaciones difíciles con Occidente: Estados Unidos condena a Moscú por su apoyo a rebeldes separatistas de la vecina Georgia y Moscú rechaza fervientermente la promesa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) de convertir a Georgia y a Ucrania en futuros miembros. El nuevo presidente ruso anunció que su primer viaje al extranjero será a la petrolera Kasajistán y a China, un socio cada vez más importante y un cliente energético de Rusia. También anticipó que en julio participará en la cumbre del G8 en Japón. El viernes, Medvedev y Putin, a quienes la prensa rusa llama "el tandem", presidirán un espectacular desfile militar en la Plaza Roja en el cual por primera vez desde el derrumbe de la Unión Soviética participarán tanques y misiles nucleares. Joven, más moderno y más afable: el nuevo presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, quien se posesionó este miércoles en una imponente ceremonia en el Kremlim, rompe con el estilo de su predecesor aunque es producto del entorno de Vladimir Putin y su cercano colaborador desde hace tiempo.

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