sábado, 5 de abril de 2008

La OTAN agresiva y cuidadosa... por ahora

A Estados Unidos no le están saliendo a la medida las maniobras de rodear a Rusia con países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte Le quedan a medias.
Las posiciones de Rusia respecto a los intentos de acorralarla han sido públicamente inamovibles. El presidente Vladimir Putin ha rechazado las posiciones de la avanzada militar en Checoslovaquia y Polonia (aunque ambas naciones continúan sus conciliábulos con EE.UU. y este llegó a un acuerdo con Praga en la última reunión) y se ha opuesto tajantemente al ingreso de Ucrania y de Georgia al pacto bélico, que se amplia como una extensión del poderío norteamericano.
La posición rusa ha sido sólida hasta este momento. En la reunión del grupo guerrerista acabado de efectuar en Rumania, los más agresivos no consiguieron que los dos nuevos pretendientes fueran considerados candidatos a la carrera antirrusa de Washington, posiblemente debido a la intransigencia del gobierno de Moscú ante un paso que tiende a completar el cerco a sus fronteras y a que algunos gobiernos europeos prefieren no complicar las relaciones.
Si Ucrania y Georgia ingresan en la OTAN, la situación estratégica rusa se volvería muy vulnerable, sobre todo después que Estados Unidos lograra que los países de Europa del este se convirtieran en miembros a esa alianza, formada agresivamente con pretextos defensivos después de la Segunda Guerra Mundial.
Para la Casa Blanca fue un tropiezo, pero Rusia no pudo evitar la promesa de que en un futuro no aclarado, sin calendario, los hoy aspirantes frustrados de sean considerados para continuar expandiendo el territorio otanista.
Después que Kosovo fuera desmembrado de Serbia por la fuerza combinada de belicistas europeos y norteamericanos, este es el primer frenazo que recibe la dilatación la OTAN.
También es preciso tener en cuenta que, en la reunión de Bucarest, los aliados norteamericanos no respondieron a los llamados de Washington para que aumenten el envío de tropas a las zonas meridionales de Afganistán, donde las tropas de intervención occidentales están sufriendo bajas constantes y no se avizora una disminución de los combates.
Solamente Francia se comprometió con el envío de 700 soldados más al peligroso país centroasiático.
Los temas de las relaciones con Rusia no han terminado con esto. La cuestión será seguramente uno de los temas de una reunión que mantendrá la OTAN el viernes con el presidente ruso, Vladimir Putin.

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