Un buque panameño está retenido en Castelló al detectársele veinte deficiencias
E. Press/Efe, Castelló El sindicato Federación Internacional de Trabajadores (ITF) acudió ayer al rescate de 22 marinos que trabajan a bordo del barco con bandera panameña Newflame, de 17 años de antigüedad, que se encuentra atracado en el Puerto de Castelló, donde está detenido desde el lunes por la Capitanía Marítima de la ciudad debido a veinte deficiencias, según informaron en un comunicado.Los miembros de la tripulación se quejaron al inspector de la ITF, Germán Arias, de que tenían muy poca comida y agua potable a bordo. La ITF ha obtenido fotos que muestran las cámaras donde se almacenan los alimentos completamente vacías, con una piña como provisión de comida para los 22 marineros.La tripulación se quejó de que trabajan muchas horas y no se les han pagado los salarios correspondientes de acuerdo con el convenio y contrato de trabajo, ni las pagas correspondientes a las horas extra.Tras un completo recorrido llevado a cabo por el inspector de la ITF se descubrió que la tripulación había sido forzada a firmar nóminas individuales y colectivas que eran falsas, lo que este organismo considera "doble contabilidad". Un total de 12 de los 22 tripulantes ucranianos han pedido su repatriación a Ucrania. Además, temen que la compañía les fuerce a navegar en el barco "contra su voluntad" y piden a las autoridades españolas que les ayuden para evitarlo.El buque ha sido detenido por la Capitanía Marítima de Castelló debido a 20 deficiencias. Igualmente, ha sido paralizado en numerosos ocasiones por Port State Control en Europa, y tanto los barcos como sus propietarios tienen "muy malos informes sobre la seguridad y los problemas con las tripulaciones", según las mismas fuentes. A los tripulantes se les deben salarios y compensaciones por valor de unos 97.000 dolares, según las mismas fuentes. La tripulación del buque Newflame, cuyo armador tiene la nacionalidad ucraniana, exige el disfrute de un período vacacional tras haber estado 11 meses enrolados, mientras que el capitán intenta que la tripulación se mantenga a bordo para poder iniciar un nuevo viaje a Dakar y luego a Francia.Así lo indicó ayer en un comunicado fuentes de la Capitanía Marítima de Castelló, que añadieron que antes de salir del puerto el armador habrá de resolver las deficiencias halladas en el barco, ya que se le ha abierto un expediente sancionador que no será resuelto hasta que se subsanen.En un comunicado, esta capitanía explicó que la detención se produjo a raíz de una inspección obligatoria, como consecuencia de las deficiencias observadas hace dos meses en este mismo buque tras otra inspección realizada en un puerto francés. El barco proviene de Dakar y está cargado con roca fosfórica.En el momento de la detención, se comprobó que la tripulación carecía de los víveres necesarios y que la embarcación presentaba importantes deficiencias sanitarias, aunque ahora el consignatario del barco ya ha proporcionado alimentos para la tripulación, que habrán de ser costeados por el mismo armador.
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