Moscú, 13 mar (PL) Rusia y Ucrania volvieron a fumar hoy la pipa de la paz en el mercado del gas con la firma de un acuerdo que zanja provisionalmente antagonismos bilaterales sobre el tema.
Pero la incertidumbre perdura en líderes de la Unión Europea (UE), conocedores de que la inestabilidad política ucraniana y los precios pactados podrían desenterrar en los inicios de 2009, o quizás antes, el hacha de la guerra del hidrocarburo.
El documento rubricado por el presidente de la junta de directores del consorcio Gazprom, Alexei Miller, y su par en Naftogaz Ucrania, Oleg Dubina, fija en 315 dólares el precio del combustible ruso entregado entre enero y febrero de 2008.
La liquidación podrá efectuarse mediante la devolución de la materia prima recibida.
En adición, entre marzo y diciembre del año corriente, Naftogaz recibirá en fronteras, sin intermediarios, carburante centroasiático en cantidad de 49 mil 800 millones de metros cúbicos a un precio de 179,5 dólares por cada mil unidades de volumen.
Gazprom logró en la negociación el acceso directo desde el primero de abril, mediante una subsidiaria, a consumidores industriales ucranianos en cantidades ascendentes a 7,5 mil millones de metros cúbicos (10 por ciento de todo el mercado del gas ucraniano).
Mas, la incertidumbre perdura porque el pacto caducará el 31 de diciembre de 2008, las negociaciones continuarán y el precio de 360 dólares para cada mil metros cúbicos provenientes de Asia Central entrará en vigor a partir de enero de 2009.
A esto se suman las contradicciones entre el presidente ucraniano, Víctor Yuschenko, y la primera ministra, Yulia Timoshenko, reflejadas en el incumplimiento de anteriores acuerdos pactados con el Kremlin.
Conocedor de la espada de Damocles que pende sobre la UE, dependiente en un 25 por ciento de los hidrocarburos rusos que llegan a través de Ucrania, su representante de Política Exterior y Seguridad Común, Javier Solana, exhortó a que el nuevo acuerdo sea cumplido.
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