domingo, 17 de febrero de 2008

Tensión entre EEUU y Rusia por Kosovo

El firme respaldo de Washington a la independencia de Kosovo ha causado feroz resistencia en Rusia, generando nuevas tensiones con un Kremlin ansioso por apuntalar su influencia entre ex estados vasallos de la desaparecida Unión Soviética. Al respaldar la independencia de Kosovo al margen del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Estados Unidos y sus aliados europeos han tomado un riesgo calculado. Están apostando a que los turbulentos Balcanes no volverán a hundirse en la violencia y en la convulsión política. Pero, si eso ocurre, la Casa Blanca deberá asumir buena parte de la culpa. Ante esa preocupación, el presidente George W. Bush dijo el domingo que Estados Unidos trabajará para evitar la violencia. "Moscú está convencido de que tiene superioridad moral" en la cuestión de Kosovo "y que está en presencia de otro 'fiasco' similar al de Irak", dijo Oksana Antonenko, una experta en Rusia del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, con sede en Londres. "Si la violencia regresa a Kosovo, Rusia y Occidente se culparán mutuamente, empeorando las relaciones generales", advirtió Atonenko. Rusia es una tradicional aliada de Serbia, pero esa no es la única razón de que se opone a la independencia de Kosovo. El Kremlin dice que eso establecería un peligroso precedente para movimientos separatistas a través de la ex Unión Soviética, incluyendo Chechenia y Georgia. La confrontación sobre Kosovo podría endurecer la posición de Rusia para resolver otras disputas. Rusia podría lanzar acciones agresivas en ex territorios soviéticos, tales como reconocer movimientos separatistas en Georgia, o inclusive alentar una resistencia violenta al ingreso de Ucrania en la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Estados Unidos no está provocando a Rusia de manera deliberada, pero Washington no ha encontrado otra vía sino la de respaldar la independencia de Kosovo, dijo Charles Kupchan, experto en estudios europeos del Consejo de Relaciones Exteriores en Nueva York. "No hay duda alguna que Kosovo será un elemento de irritación entre Rusia y Estados Unidos, pero no habrá una súbita acometida", dijo. "Ambas partes intentan evitar una disputa abierta". Washington también parece ansioso por respaldar la independencia de un país de mayoría musulmana _aunque secular_ como Kosovo, a fin de reducir las fricciones con el mundo islámico y demostrar que la democracia puede funcionar en un país musulmán.

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