domingo, 16 de diciembre de 2007

Ucrania-Rusia: Catástrofe abre viejas heridas





Kiev (PL).- La catástrofe ecológica en el estrecho de Kerch parece abrir viejas heridas en el diferendo territorial entre Rusia y Ucrania, además de sacar a flote la intensa actividad petrolera en esa región de intereses comunes.
El azote del huracán Walter, el deterioro de los barcos hundidos, el incumplimiento de normas de seguridad y la falta de un mecanismo conjunto de salvamento ruso-ucraniano estuvieron entre las más probables causas del desastre del estrecho de Kerch.
La catástrofe ecológica en la referida región, boca de tránsito entre el mar Negro y el de Azov, se tradujo en el derrame de al menos dos mil toneladas de crudo en esa área, con los consecuentes daños para la flora y la fauna del lugar.
Más de una veintena de marineros pereció a causa de la tormenta en esa zona, donde el 10 y 11 de noviembre de este año se concentraron unas 150 embarcaciones, incluidos 15 tanqueros rusos, en su mayoría destinados a la navegación fluvial.
El Volgodonsk-139, que se fragmentó por la mitad en el citado estrecho, y el Volgodonsk-129, el cual quedó semihundido, derramaron al menos dos mil toneladas de petróleo en el área.
Ambos buques de navegación fluvial, carentes de doble casco y con una explotación cercana a los 30 años, pertenecen a la compañía Volgotanker, en su momento apadrinada por la compañía rusa YUKOS, cuyos activos fueron congelados a causa de un proceso por fraude.
De igual forma, los cargueros Volnogorsk, Najichevan y Kovel se hundieron en la zona con más de seis mil toneladas de azufre, cargadas por la empresa Astrajangazprom, filial del monopolio ruso Gazprom.
El semanario Komentari estima que cualquier decisión futura relacionada con el desastre deberá tener en cuenta que en la cuenca del Azov y del citado estrecho se transportan entre siete y 10 millones de toneladas de crudo anuales.
La carga, trasladada por vía fluvial, por lo general se transfiere a supertanqueros en aguas neutrales, que luego pasan al Mar Negro.
El volumen de esas entregas alejadas de la costa equivale a casi el 70 por ciento de las necesidades de consumo de Ucrania.
Kiev apela ahora a la experiencia mundial en la explotación y seguridad de navegación en la región.
Ello incluye la aplicación del reglamento internacional que prohíbe la circulación por los estrechos de los tanqueros sin doble casco, lo cual afectará la circulación de las naves de las citadas compañías rusas, encargadas del transporte fluvial de crudo.
Para Komentari, la posibilidad de compensaciones por los daños ecológicas es escasa, pues Volgotanquer más bien podría quedar en bancarrota y sus capacidades financieras serían limitadas.
El desastre en la zona de Kerch volvió a sacar a relucir la polémica en torno a la isla de Tuzla y la construcción de un dique que la una con el territorio ruso, como ocurrió en diciembre de 2003, cuando apenas faltaron 300 metros para cumplir ese objetivo.
Después que Ucrania desplegó en Tuzla un puesto fronterizo, ambas partes firmaron un acuerdo para regular las condiciones de explotación en el mencionado estrecho e intentar una solución a la delimitación de la cuenca del Azov.
Ucrania ahora busca oficializar la pertenencia de la isla a su territorio, antes del pronunciamiento final en ese sentido de Naciones Unidas.
Tuzla es la llave a la entrada del estrecho de Kerch, el cual conecta el mar de Azov, donde desembocan importantes vías fluviales rusas, con el mar Negro.
El desastre en Kerch recordó a Moscú y Kiev que, además de la regulación de la explotación de la base de Sevastopol por la flota rusa del Mar Negro, queda pendiente el diferendo en torno a la delimitación del mar de Azov y la soberanía sobre Tuzla.

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