sábado, 31 de diciembre de 2011

Condenado por prestar su cuenta para transferencias fraudulentas por internet

Un hombre ha sido condenado a medio año de cárcel por prestar su cuenta bancaria para que le ingresaran una transferencia bancaria fraudulenta realizada a través de internet por personas desconocidas a las que luego remitió el dinero a Ucrania a través de un envío de mensajería.
Según la sentencia, los hechos sucedieron en abril de 2010, cuando el procesado recibió una oferta de trabajo en su correo electrónico como agente financiero.
La resolución judicial explica que el encausado, que tiene estudios de técnico de turismo y conocimiento de lenguas extranjeras, así como nivel medio de usuario de ordenador, se interesó desde un primer momento por la oferta recibida" y solicitó "información complementaria para conocer en qué consistiría exactamente su trabajo y la actividad empresarial de su empleador".
Terceras personas
De esta manera, descubrió que el trabajo sería recibir transferencias de dinero en su cuenta bancaria que luego debería reenviar a terceras personas a través de empresas de envíos internacionales de dinero.
La sentencia aclara que, a pesar de que el imputado sospechaba del origen ilícito del dinero que iba a recibir, "consintió y aceptó el trabajo", por lo que recibió un contrato laboral "firmado y sellado", así como una copia del pasaporte del "supuesto jefe de la empresa" empleadora.
A continuación esta supuesta empresa le requirió para que le facilitara el "número PIN de su cuenta corriente", pero el acusado "receló" de esta petición y no se lo proporcionó.
A pesar de ello, el 13 de abril recibió en la cuenta una transferencia por importe de 421,68 euros que había sido detraída de la cuenta de un particular por unos delincuentes informáticos no identificados que habían conseguido las claves de internet gracias a un programa informático de carácter "malicioso".
Siguiendo las indicaciones previamente recibidas, el procesado hizo efectiva esta cantidad y la envió a Ucrania a través de una empresa de mensajería, tras embolsarse 21 euros como comisión.
Durante el juicio por estos hechos, celebrado en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa , el encausado alegó desconocer el "origen ilícito" de la oferta laboral, porque "le fue realizada bajo toda apariencia de licitud, solvencia y seriedad", lo que le llevaría a ser "una víctima más" de los delincuentes informáticos.
Formación
Sin embargo, la sentencia descarta esta posibilidad, al entender que con su formación el imputado "no podía desconocer que una empresa multinacional" real "nunca buscaría empleados mediante simples correos electrónicos de difusión masiva y menos aún aceptaría nombrar representantes en España sin más requisitos que identificarse" y "tener una cuenta bancaria".
La sentencias añade que si además se tiene en cuenta que la supuesta multinacional le autorizaba a detraer "por sí mismo" una cantidad del 5% "totalmente desproporcionada" por su labor, se infiere que el acusado hubo de "representarse necesariamente" el origen ilícito de los fondos que le transferían.
El tribunal refuerza además sus conclusiones con el dato de que el inculpado "se negó a facilitar el PIN de su cuenta corriente" a la empresa empleadora porque recelaba de ella.
Por este motivo, le condena ahora a seis meses de cárcel como cooperador necesario de un delito de estafa en su modalidad de manipulación informática y le obliga a indemnizar a la entidad bancaria afectada con 421,68 euros más los correspondientes intereses legales

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