C. SERTAL / D. GONZÁLEZ - VIGO
Acrobacias, trapecio y cintas aéreas; Alemania, Ucrania, Suiza, y China. Ayer el improvisado circo levantado en el Auditorio de Castrelos brilló gracias al espectáculo del “Castrelos Circus”, que unió bajo el mismo techo acróbatas, trapecistas y demás profesionales del mundo circense llegados de todas partes del mundo, en una noche en la que los disfraces, las piruetas, y la música fueron los protagonistas. Con “una escenografía monstruosa” y “una creatividad desbordante”, como anunciaron el espectáculo los responsables de su organización, la primera edición del “Castrelos Circus” sorprendió y encandiló a todos los asistentes al show en el parque vigués.
Llamó la atención en su escenografía la ausencia de los animales, tan vitales en los circos, para sustituirlos por otros seres. Osos polares “animatrónicos” y creaciones animales acompañaron el espectáculo durante toda la velada. Desde la organización se explicó que en el “Castrelos Circus” se quería rendir homenaje al circo con animales “pero sin animales”, recordando que el circo comenzó como un espectáculo ecuestre, aunque lamentando que, con el paso del tiempo, ha sido una disciplina artística “desvalorizada y discriminada”. Precisamente, el espectáculo vigués revalorizó y volvió a darle prestigio al circo más clásico y elegante, en un evento que recordó incluso a lo mejor del Circo del Sol.
A Vigo desde el mundo
Artistas llegados de todas partes del planeta, como el dúo Sorella, procedentes de Suiza y Alemania, en el trapecio; el grupo acróbata Crazy Fly, llegado de Ucrania, o las acróbatas de la China Acrobatic Troupe, del gigante asiático, llenaron el escenario de magia e ilusión. La noche se completó con las actuaciones de la gimnasta y amazona canadiense Leilani Franco, el reconocido acróbata búlgaro Encho Keryazov, y el artista de las cintas aéreas Bruno Sainz. Todos ellos permitieron al público disfrutar del circo más tradicional y espectacular, basado en la magia de las imágenes –el show estuvo acompañado también por innovadoras técnicas audiovisuales- y en la potencia de las acrobacias, a veces realizadas con una precisión tan justa que se prescindían de las medidas de seguridad. Por ejemplo, en el número del dúo Sorella los saltos se realizaron a veces sin la red de seguridad, por lo que ellos mismos declararon tener “todo muy controlado y, sobre todo, confiar mucho en el otro”
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