miércoles, 11 de agosto de 2010

La "guerra del trigo": no suben los precios... sólo se recuperan

"No es correcto hablar de subidas de los precios de los cereales, sino de recuperación de los precios", así califican los productores españoles de grano la situación de volatilidad en la que ha entrado la cotización internacional de los cereales, inicialmente del trigo, a partir de la decisión de Rusia de suspender las exportaciones en vista de las excepcionales condiciones climatológicas que se viven, no sólo en la gran potencia del Este, sino en otros países como Ucrania, Kazajistán, por razón de la sequía, y en Polonia, Chequia o Bulgaria por lo contrario, por el exceso de lluvias.

Pero la sequía extrema de Rusia, que provocó una enorme turbulencia en los precios, no es razón suficiente para explicar la situación del mercado de grano y tampoco justifica que se vuelva a hablar de crisis alimentaria, según representantes de una de las mayores empresas mediadoras del sector.

El mercado del trigo estaba hasta hace unos días en una fase errática, con tendencia bajista, que encuentra su punto más bajo en un año el 9 de junio pasado, con una cotización de 4,75 dólares.

A partir de ese punto la remontada comienza a ser más intensa y todas las alarmas se disparan el 5 de agosto cuando tocó los 8,15 3/4 (según la cotización americana). A partir de esa fecha ha bajado hasta los 7,34. La media anual se sitúa en los 5,08 dólares.

Para Manuel Vázquez, de la sectorial de Asaja, hasta este último respingo, los precios estaban históricamente bajos, en un nivel similar a los de 1986. Esto significa, según el representante agrario, que el sector en España trabaja a pérdidas.

Y coincide con Alejandro García Gasco, de Coag, en que el problema está en la falta de garantías para los agricultores y en la desaparición del sistema tradicional de la PAC. Si los agricultores reciben ayudas siembren o no siembren, el incentivo a no hacerlo es muy fuerte.

Y como consecuencia de ello, se crea una situación de dependencia de otros países, en opinión de García Gasco. La UE importa 6 millones de toneladas de trigo.

La situación no es la misma que en la anterior crisis, la de 2007-2008, cuando los precios subieron explosivamente y unos meses después bajaron muy por debajo de los que regían antes del calentón. Para Manuel Vázquez, lo que caracteriza el mercado hoy es la inseguridad. Y la irrupción de los movimientos especulativos, que está implícita en estos casos de tensiones de precios.

Los mercados

La consistencia del movimiento alcista todavía es una incógnita, señala un operador del mercado. Algo tan imprevisible como unas precipitaciones de lluvia de apenas unas decenas de milímetros sobre los cultivos en Rusia y Ucrania puede determinar una "normalización de los precios".

Esta opinión no les parece bien a los productores que, como Manuel Vázquez, creen que "no hay motivo alguno para que bajen los precios".

El mercado observa también que otros cereales básicos como el arroz o el maíz no han dado una réplica de la misma violencia que el trigo y de ello infieren que el mercado a largo plazo no parece abrigar una recuperación fuerte y sostenida de los precios, a menos que..., a menos que este susto provoque que los grandes consumidores actúen para recuperar o ampliar sus reservas y eso sea lo que de verdad tire hacia arriba de los precios.

Este es el caso de Egipto, el mayor importador mundial de trigo, con 9,3 millones de toneladas al año. La decisión rusa le obligaría a buscar en otros mercados el 59 por ciento del trigo que importa, que es lo que actualmente adquiere a Rusia.

Un impacto enorme en los mercados. También se han registrado compras intensas de trigo por parte de China que quiere reforzar la dieta proteínica de sus ciudadanos. Se habla de compras a Francia de 700.000 toneladas para pienso.

Una de las paradojas de la situación actual del mercado es que el grano destinado a pienso, de inferior calidad, y el trigo panificable se ha igualado en precios, apunta Manuel Vázquez.

La incertidumbre en la que se encuentra el mercado hace pensar a los agricultores sobre la conveniencia de recuperar superficie de cultivo para el cereal.

The Wall Street Journal publicaba ayer una información referida a la actitud de los agricultores norteamericanos que se plantean el dilema entre ampliar la superficie cultivada, decisión que tienen que tomar en una semanas, para aprovecharse de la subida súbita del precio del trigo, asumiendo el riesgo de que ante la expectativa de mayor cosecha cedieran los precios, o mantenerse en la extensión actual y no afrontar ese riesgo.

Para los consumidores es un poco prematuro aventurar un aumento de los precios. Según García Gasco, en caso de consolidarse la subida de la materia prima, la industria debería recortar sus márgenes, que son muy holgados, antes de repercutir en los consumidores los precios, en un mercado que no crece.

No hay comentarios: