sábado, 6 de febrero de 2010

Ucrania elige presidente en medio de un ambiente de tensiones

Los ucranios eligirán el domingo jefe de Estado, en la primera elección presidencial posterior a la Revolución Naranja y en un ambiente de tensiones, dado que hay grandes riesgos de que el resultado sea contestado, en los tribunales o en la calle, sea cual fuere el perdedor.

La apasionada primera ministra Yulia Timoshenko enfrenta al adusto político opositor Viktor Yanukovich este domingo, en la segunda vuelta de las elecciones para elegir al cuarto presidente desde que este Estado, que se encuentra en las fronteras de la Unión Europea, obtuvo la independencia, en 1991.

Cinco años después de que las protestas callejeras de la Revolución Naranja modificaron una disputada elección presidencial que inicialmente se había inclinado en favor de Yanukovich, los candidatos se han acusado mutuamente de planear un fraude electoral.

Timoshenko incrementó la tensión esta semana amenazando con convocar a sus partidarios a manifestaciones para repetir las protestas Naranjas, cuando decenas de miles de personas inundaron la Plaza de la Independencia de Kiev, conocidas localmente como las Maidan.

Yanukovich ganó por un margen de 10% la primera ronda electoral del mes pasado, y desde entonces no se han autorizado las encuestas.

Sin embargo, los analistas creen que la astuta primera ministra todavía tiene posibilidades de reducir la brecha movilizando a sus partidarios, y que el riesgo de la inestabilidad social aumentará si el margen es pequeño.

"Habrá intentos de organizar una repetición de las Maidan y de impugnar los resultados en los tribunales", dijo Kost Bondarenko, el director del Instituto Gorshenin, en Kiev.

Si el margen es inferior a 5 puntos, entonces es posible una repetición de los comicios como en 2004, agregó.

Hay un precedente de un candidato que llegó desde una posición inferior en Ucrania: en las elecciones de 1994, Leonid Kuchma invirtió un déficit de 7% contra el presidente saliente Leonid Kravchuk en la segunda vuelta.

Los candidatos terminaron sus campañas el viernes con mitines competidores en Kiev, a pocos cientos de metros de distancia entre sí, mientras Yanukovich proclamaba "el fin de la era Naranja".

Mientras tanto, Timoshenko se presentó junto a varios sacerdotes en una "oración para Ucrania", donde rezó para que Ucrania se convierta en "un país fuerte, hermoso, europeo y floreciente".

La Revolución Naranja había creado la esperanza de que Ucrania se convertiría en un Estado próspero que aspirase a adherir a la Unión Europea, pero ese sueño se derrumbó en un contexto de enfrentamientos políticos crónicos y una grave crisis económica.

De acuerdo con los analistas, hay pocas diferencias entre los programas de los dos adversarios, pues ambos preconizan una política más prorrusa que la aplicada por el adalid de la Revolución Naranja, el presidente Viktor Yuschenko, que fue eliminado en la primera ronda de enero.

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