lunes, 7 de septiembre de 2009

Tras los pasos de Bubka

Decía allá por el año 2007 que no tenía ídolos. Que en los inicios de su carrera deportiva nunca se había fijado en nadie. Ni siquiera en Bubka. Que ni sabía quién era. Sin embargo, la trayectoria de Yelena Isinbayeva se entrelaza en más de mil detalles con la del genial pertiguista ucraniano. No sabía entonces, en 1997, que Sergei marcaría buena parte de su vida deportiva.
La reciente ganadora del Premio Príncipe de Asturias de los Deportes acumula récord tras récord. Suma ya 27 plusmarcas. La última, en Zurich, dejando del récord del mundo en 5,06 metros. Sergei Bubka finalizó su carrera con 35. Una marca al alcance de la rusa, que de continuar con su progresión podría saltar hasta los 5,20 metros.
Al menos esos son los cálculos de su entrenador, Vitaly Petrov. El mismo que llevó a Bubka a lo más alto. El que sacó a Yelena del 'pozo' en el que parecía se había estancado su carrera. El técnico estrella de la escuela soviética que, curiosidades de la vida, se llevó a la saltadora rusa a Ucrania, a la tierra de Bubka. A Donetsk. En busca de la perfección. Si Bubka fue el primero que saltó por encima de los seis metros, Isinbayeva fue la primera en superar los cinco. Superar los 35 récords de Sergei es uno de los objetivos de Yelena.
De momento, ella cuenta con dos oro olímpicos. Él nunca lo consiguió. Tres nulos sacaron a Bubka de la cita de Barcelona. Un año después de que el atleta ucraniano se hiciera con el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes y cinco años antes de que Yelena comenzara a saltar. Corría 1997 cuando la joven rusa se lanzaba a buscar el cielo. Ese mismo año, el gran referente de la pértiga, decía adiós a la competición. Múltiples lesiones en el talón ponían fin a su actividad competitiva. Dejaba el listón en 6,14. Nadie ha sido capaz de superarlo. La marca data de 1994.
También tres intentos fallidos dejaban a Isinbayeva fuera de competición en el Mundial de Berlín. Bubka fue uno de los pocos que justificó lo sucedido. La rusa perdió contra sí misma. La presión le pudo. Al igual que le había sucedido a él años atrás en Barcelona. Pero Yelena sacó fuerzas y motivación de la experiencia y diez días después, en Zurich, el 28 de agosto de este año, se superaba de nuevo. 5,06 y una nueva marca mundial. La zarina ha regresado. Aunque, quizá, nunca se fuera.
«Halagada»
Asegura haber recibido la noticia de ser la ganadora del Príncipe de Asturias de los Deportes con «ilusión». Han pasado doce años desde que cambiara la gimnasia por la pértiga y muchas cosas han cambiado, incluida su relación con Bubka.
«Mi mentor -destacó- también ha ganado este premio». «Me siento halagada puesto que tantas personas importantes han recibido este galardón, como Bubka, quien ha conseguido logros fantásticos para el atletismo», añadía.

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