lunes, 3 de agosto de 2009

Allí se ha importado de EE UU el corre-corre y me la tiro de tres»

La cita se retrasa hora y media. Son las once de la mañana en San Juan de Puerto Rico y Andrés Rodríguez quiere prolongar noventa minutos más su entrenamiento matinal. Es el interlocutor idóneo para hablar del primer rival europeo de la temporada para el Bizkaia Bilbao Basket, un BC Donetsk en el que ejerció de director de juego la pasada campaña. No lo seguirá haciendo y suspira por recibir una llamada de España en forma de oferta de trabajo. De abuela gallega, le bastaría un año en este país para hacerse con el pasaporte español. Ha mantenido contactos con el Cajasol, pero se 'teme' que su futuro le llevará a Rusia o Grecia. Ameno y locuaz, se ha informado de las andanzas de los hombres de negro, a los que da como claros favoritos en la previa continental.
-¿Cómo es el baloncesto ucraniano?
-Mi experiencia allí ha sido fantástica. El baloncesto ha evolucionado mucho y no se puede decir que sea un país que se ha quedado atrás. En la Liga, los cuatro o cinco primeros equipos pueden competir contra muchos rivales en Europa. Los cuatro últimos sí que son muy inferiores.
-El Shaktar Donetsk es el campeón en vigor de la Copa de la UEFA, así que la ciudad es de imaginar que esté volcada con el fútbol.
-Sin duda. El fútbol es lo primero, aunque el baloncesto allí estuvo muchos años considerado entre lo mejor de Rusia y Ucrania. Lo que pasa es que murió el presidente del equipo y todo se fue al traste hasta hace tres años. Ahora hay bastantes aficionados y el campo se llena prácticamente en todos los partidos de un público que no entiende mucho de baloncesto, pero que es fiel a la misión de animar al equipo.
-¿Es caro asistir a los partidos en el Druzhba?
-Para nosotros no, porque al cambio la entrada cuesta unos cuatro euros. Pero eso es mucho dinero para los ucranianos. Lo que suelen hacer es vender el mayor número de entradas posible y cuando empieza el partido abren las puertas para que la gente entre gratis.
-¿Qué se va a encontrar en Ucrania el Bizkaia BB?
-Mucho frío (ríe)... ¿Aunque jugaron en Vilnius, no? Bueno, entonces ya sabrán de lo que hablo. En serio, Donestk es una ciudad sorprendente. Tiene más de un millón de habitantes. Es muy rusa, con sus estatuas de Stalin y esas cosas. El campo de juego es viejo por fuera, pero todo en su interior está perfecto. Y en la pista, lo que se lleva es el juego americano importado de EE UU. Ya sabes, allí se juega al corre-corre y me la tiro de tres. Hay muy pocas variantes tácticas e imagino que con el nuevo entrenador lituano seguirá igual.
-¿Seguirá buena parte de la plantilla?
-Están muy aliviados por la continuidad de Owens y Aleksic. El americano jugó en España, ¿le recuerda? Pues sigue igual, siendo difícil de parar y dando el cien por cien cada partido. Y el serbio es un ala-pívot alto que postea muy bien. Creo que la mayoría de los ucranianos también siguen, como los hermanos Kryvych, aunque con un entrenador nuevo habrá cambios.
Con ambición
-La pasada campaña se quedaron sin patrocinador. ¿Tiempos de crisis también en su ex equipo?
-Bueno, allí son muy ambiciosos. El banco que nos patrocinaba fue vendido, pero su propietario era el dueño y presidente de nuestro equipo. Nos pagaron puntualmente todos los meses y sólo falta que nos abonen, al menos a mí, los bonos que teníamos pactados. Acabamos segundos, pese a todo, en la Liga y él estaba molesto por no haber sido campeón. Tenía previsto armar un equipo más poderoso para este año porque quieren competir a un nivel alto en Europa, pero al conocer el cruce con un rival como Bilbao quizá opte por ser más modesto y esperar tiempos mejores.
-¿Tan favorito le parece el Bizkaia BB en esta eliminatoria?
-Es evidente. Estos días iba sorprendiéndome con sus fichajes. Con Mumbrú y Moiso les ha quedado un equipo tremendo. El único problema que pueden tener es perderle el respeto a un rival claramente inferior, pero que te puede hacer daño en su campo.
-La pasada temporada ya jugaron una previa europea en la Eurochallenge.
-Sí. Empatamos en casa contra el Proteas AEL y en la vuelta en Chipre creo que ya perdíamos por doce en el salto inicial (bromea).
-¿Le veremos por la ACB?
-Es mi ilusión desde que juego en Europa. Mi familia procede de Galicia y yo podría tener el pasaporte español en un año. La ACB siempre ha sido mi sueño. No ha salido nada del interés del Cajasol, pero sigo esperando. Tengo ofertas para ir al Panellinios y al Liberty de Moscú, pero voy a esperar un poco más por si me llaman de España.

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