viernes, 15 de mayo de 2009

Visita del presidente de Ucrania para calmar a inversionistas


Visita del presidente de Ucrania para calmar a inversionistas

Viktor Yushchenko este jueves y viernes en Suiza.
Pie de foto: Viktor Yushchenko este jueves y viernes en Suiza. (Keystone)

Durante su primera estancia en Suiza, este 14 y 15 de mayo, Viktor Yushchenko, intenta tranquilizar a las autoridades y a los inversionistas helvéticos sobre el estado de salud del país, en crisis económica y en pleno marasmo político.

Encuentro con el presidente de Suiza, Hans Rudolf Merz, la ministra de Exteriores, Micheline Calmy-Rey y la ministra de Economía, Doris Leuthard.

Los temas de las conversaciones: relaciones bilaterales, política europea y colaboración multilateral de ambos Estados.

El objetivo oficial de la visita es reforzar las relaciones entre Berna y Kiev, relaciones que son calificadas de buenas entre Ucrania y su duodécimo inversor y que se han visto intensificadas desde la revolución naranja del 2004.

Situación económica difícil

Para Bohdan Hawrylyshyn, miembro del Club de Roma y cónsul honorario de Ucrania en Suiza, Yushchenko querrá "calmar a los hombres de negocios helvéticos que trabajan o prevén realizar proyectos en Ucrania".

"La situación económica es pésima y pienso que empeorará aún más", subraya Hawrylyshyn, quien tras la independencia ucrania de 1991 ha sido consejero de muchos políticos de primer plano de ese país.

Luego de haber superado el 25% en 2008, la inflación continuará este año con el desgaste de la economía de la ex república soviética. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la carestía alcanzará el 16,8% en 2009. El Producto Interno Bruto, de 2,1% en 2008, registrará un retroceso del 8%.

En un intento por impulsar la economía ucrania, en noviembre, el FMI le concedió un crédito por 16 mil 500 millones de dólares, de los cuales, 7 mil 300 ya fueron desembolsados a Kiev.

Cuestión energética

"Se trata de invertir bien este dinero y no emplearlo para fines meramente electorales", afirma Hawrylyshyn, en un país que tiene prevista elecciones presidenciales en octubre.

"Primero que nada hay que reducir el enorme déficit en el sector energético. Basta pensar que la intensidad energética de nuestro país (una forma de medir la eficacia energética de un país) es tres veces superior a la de Polonia. El derroche es enorme. Bastarían algunas soluciones simples para mejorar la situación, como la instalación de reguladores térmicos en los radiadores, para evitar abrir la ventana en invierno".

Invertir en el sector energético significa, sobre todo, reducir la dependencia del exterior, en particular, del gas ruso; una cuestión que está envenenando desde hace años las relaciones entre Kiev y Moscú y ha provocado grandes repercusiones en Europa occidental.

"Ucrania importa 70 mil millones de metros cúbicos de gas anuales a 250 dólares por cada mil metros cúbicos", subraya. "Es una suma increíble. Se calcula que podría duplicarse la producción doméstica, para alcanzar los 20 mil millones de metros cúbicos. Así, las relaciones políticas con el potente vecino cambiarían".

El marasmo político

El problema principal de Ucrania es la situación política: "El enorme capital simbólico acumulado al inicio de la revolución naranja ha sido completamente dilapidado", afirma Nicolas Hayoz, director del Instituto de Europa Central e oriental de la Universidad de Friburgo y autor del libro 'Ucrania at a Crossroads'.

El antagonismo entre los principales actores políticos -en particular entre el presidente y la primera ministra Yulia Timoshenko- ha minado la posibilidad de realizar reformas indispensables. "El país es visto de nuevo como hace años, con muchas cosas que no funcionan".

La situación se ha paralizado al grado de que en marzo pasado el ministro de Finanzas, Viktor Pinzenyk, tiró la toalla denunciando la falta de responsabilidad de las autoridades y la imposibilidad de trabajar sin "ser víctima de hostigamiento de la lotería política".

Para las elecciones presidenciales de octubre, Yushchenko tiene escasas posibilidades de ser reelegido. Los favoritos son Yulia Timoshenko y el ex primer ministro Viktor Yanukovic.

El próximo presidente heredará un sistema institucional "catastrófico, con un tipo de poder ejecutivo bicéfalo, que no es ni un régimen presidencial, ni un régimen parlamentario", explica Hayoz.

No obstante, aún hay aires optimistas al fondo del túnel por parte de Hawrylyshyn: "Hoy no hay una verdadera elite política, pero está naciendo una nueva generación de políticos desprovistos de la herencia soviética. Son jóvenes que hablan varios idiomas –sólo uno de los 12 primeros ministros hablaba inglés- y que entran en la política no para llenarse los bolsillos, sino para trabajar para el país".

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