Algunos ucranianos están buscando trabajo en otros sectores y otros están regresando a Ucrania», explica a SÍ el cónsul general de Ucrania en Barcelona, Yuriy Klymenko, para confirmar la difícil situación que está pasando en estos momentos gran parte de la comunidad ucraniana en Catalunya.
TATIANA MORET BARCELONA
Eso a pesar de que llevan años aquí, puesto que gran parte de sus compatriotas llegó a finales de los 90 del siglo XX. Esto les da la ventaja de saber castellano y catalán, y de haber hecho de Catalunya su hogar. «La situación general de los ucranianos en Catalunya es que están bien integrados», comenta Klymenko, que lleva ejerciendo en Barcelona el cargo de cónsul desde el año 2006. «El ucraniano es una persona trabajadora, honesta, que no crea dificultades, y la media de edad de los que emigran está entre los 35 y los 45 años», asegura el cónsul. Desafortunadamente, muchos de ellos no pueden trabajar en puestos acordes con su formación.
Por eso, el sector de la construcción, el de la hostelería y el del cuidado de ancianos y niños son los más ocupados por los inmigrantes de esta comunidad en Catalunya. «Ahora, muchos de ellos están pensando en volver a Ucrania, sobre todo en el caso de los no reagrupados», afirma Klymenko. Aun así, el equipo del Consulado de Ucrania en Barcelona sigue trabajando duro, con un promedio de 60 a 80 visitas por día.
«En verano, antes de las vacaciones, normalmente el número de visitantes crece», comenta este ucraniano, que añade que, en muchas ocasiones, muchos de los que llegan a las puertas de esta oficina tocan a la puerta errónea. «Mucha gente se equivoca pensando que nosotros podemos hacer algunos papeles relacionados con la documentación española, como por ejemplo los permisos de trabajo y residencia. Entonces les explicamos bien a dónde tienen que dirigirse», asegura Klymenko.
Eso a pesar de que llevan años aquí, puesto que gran parte de sus compatriotas llegó a finales de los 90 del siglo XX. Esto les da la ventaja de saber castellano y catalán, y de haber hecho de Catalunya su hogar. «La situación general de los ucranianos en Catalunya es que están bien integrados», comenta Klymenko, que lleva ejerciendo en Barcelona el cargo de cónsul desde el año 2006. «El ucraniano es una persona trabajadora, honesta, que no crea dificultades, y la media de edad de los que emigran está entre los 35 y los 45 años», asegura el cónsul. Desafortunadamente, muchos de ellos no pueden trabajar en puestos acordes con su formación.
Por eso, el sector de la construcción, el de la hostelería y el del cuidado de ancianos y niños son los más ocupados por los inmigrantes de esta comunidad en Catalunya. «Ahora, muchos de ellos están pensando en volver a Ucrania, sobre todo en el caso de los no reagrupados», afirma Klymenko. Aun así, el equipo del Consulado de Ucrania en Barcelona sigue trabajando duro, con un promedio de 60 a 80 visitas por día.
«En verano, antes de las vacaciones, normalmente el número de visitantes crece», comenta este ucraniano, que añade que, en muchas ocasiones, muchos de los que llegan a las puertas de esta oficina tocan a la puerta errónea. «Mucha gente se equivoca pensando que nosotros podemos hacer algunos papeles relacionados con la documentación española, como por ejemplo los permisos de trabajo y residencia. Entonces les explicamos bien a dónde tienen que dirigirse», asegura Klymenko.
No hay comentarios:
Publicar un comentario