viernes, 25 de julio de 2008

Patriarca de Constantinopla llega para celebrar la evangelización de Ucrania

El Patriarca Ortodoxo de Constantinopla, Bartolomeo I, llegó hoy a Ucrania para asistir este fin de semana a las celebraciones oficiales con motivo del 1.020 aniversario de la cristianización de este país eslavo.Bartolomeo I se reunió con el presidente ucraniano, Víctor Yúschenko, y ofició misas en la Laura de Kiev y la Catedral de Sofía por la evangelización de la antigua 'Rus de Kiev', el estado precursor de la actual Ucrania y partes de Rusia y Bielorrusia.'Su visita honra a todos los cristianos ortodoxos de Ucrania y da un fuerte impulso para la unidad y la concordia de las iglesias ortodoxas del país', declaró Yúschenko al recibir al Patriarca de Constantinopla, según la agencia Unian.Bartolomeo I respondió que el Patriarcado de Constantinopla, 'cuna de la ortodoxia y centro de enlace entre todos los cristianos ortodoxos del mundo', desea 'ayudar a las iglesias hermanas de Ucrania y conducirlas a la paz y la unidad'.El caso es que en Ucrania, país con 47 millones de habitantes, funcionan tres iglesias ortodoxas, la principal de ellas subordinada a Rusia, cuyas relaciones canónicas entre sí siguen sin arreglarse.Son la todavía poderosa Iglesia Ortodoxa Ucraniana del Patriarcado de Moscú (11.000 parroquias), la Iglesia Ortodoxa de Ucrania (3.000) y la Iglesia Ortodoxa Autocéfala de Ucrania (más de 500).Yúschenko, quien pretende librarse de toda influencia de Rusia, planea unificar a las tres en una iglesia independiente de Moscú y cuenta con el respaldo del Patriarca de Constantinopla, aunque choca con el rechazo del jerarca ortodoxo ruso, Alejo II.El Patriarca ruso viajará el sábado a Ucrania para asistir a los festejos, pero ya hoy Moscú acusó a Kiev de 'faltar el respeto al cabeza de la Iglesia Rusa y a millones de creyentes rusos', por recibir por todo lo alto a Bartolomeo I y 'silenciar' la visita de Alejo II.La Iglesia Ortodoxa rusa, por su parte, acusó a las autoridades ucranianas de intentar 'privatizar la historia de la antigua Rus', y a sus grandes protagonistas: la princesa Olga y su nieto, el príncipe Vladímir, quien cristianizó al país hace 1.020 años.'Declarar patrimonio nacional de un solo pueblo la hazaña de Santa Olga y Santo Vladímir es como declararse el único descendiente de Adán y Eva', dijo en Moscú el obispo Mark, jefe adjunto del departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado ruso.Añadió que 'todos los pueblos de la Gran Rus (Rusia), Pequeña Rus (Ucrania) y Rus Blanca (Bielorrusia) hemos salido de la misma pila bautismal de Kiev y hemos recibido juntos el bautizo', según la agencia rusa Interfax.Según la historiografía tradicional, el príncipe Vladímir de Kiev decidió en el año 988 asumir el cristianismo por la Iglesia de Constantinopla, cuyo Patriarca envió al clero ortodoxo que bautizó a los habitantes del país en las aguas del río Dnieper.
Terra Actualidad - EFE

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