Víctor Yúshenko, presidente de Ucrania, en un momento de la entrevista en Kiev
TEXTO RAFAEL M. MAÑUECO
FOTO MYKOLA LAZARENKO
KIEV. El secretario general de la organización, Jaap de Hoop Scheffer, visita Ucrania esta semana. Visitará las regiones orientales del país, las más reacias al ingreso en la OTAN. Por ello, el presidente ucraniano, Víctor Yúshenko, ha concedido esta entrevista a ABC y a otros dos periódicos europeos.
-Moscú amenaza con romper los tratados de amistad y cooperación con Ucrania si entra en la OTAN. ¿Qué opina al respecto?
-La cuestión del ingreso de Ucrania en la Alianza Atlántica es para nosotros una prioridad y la situamos exclusivamente en el contexto de nuestra soberanía nacional e integridad territorial. Es un asunto fuera de toda discusión.
-Sí, pero Rusia sigue viendo en la ampliación de la Alianza una seria amenaza.
-¿Qué amenaza puede constituir para Rusia que Ucrania ingrese en la OTAN? La Constitución ucraniana prohíbe la instalación de bases extranjeras en nuestro territorio. ¿Despliegue de armas nucleares? Quiero que recuerden que hace 15 años renunciamos de forma unilateral a nuestro arsenal atómico. Nos comprometimos a no permitir jamás el despliegue de ese tipo de armamentos. Damos todas las garantías como Estado de que el territorio ucraniano no será utilizado nunca contra Rusia. ¿Qué más se puede exigir?
-Según los sondeos, los ucranianos están en contra de la incorporación a la OTAN.
-¿Hace quince años, cuál era la opinión de los polacos o de los alemanes del Este, en relación con la OTAN? La mayoría estaban en contra. Lo mismo sucedió en España, en Chequia, Eslovaquia o Bulgaria. Nuestra historia es similar. Lo que ahora pretendemos es sólo la adhesión al Plan de Acción para la Adhesión a la OTAN (MAP). Es aún pronto para preguntar a la sociedad sobre el ingreso en la OTAN. Lo que nos exigen los ucranianos es información sobre las ventajas que tendrá para Ucrania. Hace tres años, sólo el 17 por ciento de los ucranianos apoyaban el ingreso en la OTAN, hoy día son el 33. Los que se pronuncian de forma inequívoca en contra son solamente el 27 por ciento. Cuando recibamos la invitación oficial actuaremos de la forma más democrática posible.
-Una de las condiciones que se exigen para acceder a la OTAN es tener una democracia estable.
-Cumplimos todas las condiciones para la adhesión. En Ucrania se desarrolla un proceso democrático completamente normal. Resolvemos todos nuestros problemas por la vía del diálogo y el compromiso, no empleamos tanques. Creo que este ha sido mi principal mérito: conseguí que la política en Ucrania sea transparente y tenga el diálogo como base.
-Han surgido diferencias entre usted y Timoshenko ¿Se romperá la coalición, será necesarias de nuevo elecciones anticipadas?
-Mire, soy economista, dirigí el Gobierno y el Banco Central. Tengo, por ello, una idea muy clara de lo que hay que hacer para que Ucrania progrese y sé perfectamente que no se deben utilizar los fondos provenientes de las privatizaciones para propiciar el consumo porque dispara la inflación. El culpable de esta situación es el Gobierno de Ucrania, aunque eso no significa que yo me posicione en su contra.
-¿Considera necesario un cambio en la jefatura del Ejecutivo?
-No, lo que hay que cambiar es la política. Si he de ser sincero, le diré que siento hacia el actual Gobierno más simpatía que hacia ninguno de los habidos hasta ahora, pero también más decepción por su incorrecta política económica. Desde el primer día, aconsejé a Timoshenko que prescindiera del populismo. No se puede hacer de los ministros Papás Noel que se dedican a repartir dulces. Voy a utilizar toda mi influencia para modificar el actual curso. Pero, si no hay otro remedio, habrá que convocar elecciones.
-¿Qué medidas propone exactamente?
-El primer objetivo del Gobierno debe ser la estabilidad presupuestaria y de precios. La segunda el crecimiento y, por último, la política social y todo en el orden descrito. Las medidas adoptadas por el Gobierno, sobre todo en lo relativo al gasto público, han llevado a que tengamos un ritmo de crecimiento del 6 por ciento cuando hace un año era del 10. La carestía afecta principalmente a los productos alimenticios. ¿Cómo es posible una cosa así cuando Ucrania es uno de los principales productores agrícolas? La causa está en el regreso a los métodos de regulación administrativa.
-¿Los problemas de Ucrania son exclusivamente económicos?
-En lo fundamental, tenemos que hacer política de Estado y de acuerdo con los intereses generales, no en beneficio de una y otra fuerza política. Hay que romper con la tradición de extremismo político y confrontación de los últimos años.
-¿No le parece a usted que hay fuerzas en Rusia interesadas en atizar esa confrontación?
-Sí, eso es lo que me parece (y pide una nueva pregunta sin hacer más comentarios).
-¿Qué lugar cree que debe ocupar Ucrania en Europa?
-Ucrania necesita a la UE pero la Unión también nos necesita a nosotros. Me refiero a cuestiones concretas como la seguridad o la energía, pero también al papel que juega Europa en el mundo y del importante refuerzo que supondría contar con el país más grande del continente en superficie y con una población de 47 millones de habitantes, como es Ucrania, que hoy por hoy no esté presente formalmente en ninguna institución clave de Europa.
-Rusia desea conservar su flota del Mar Negro en el puerto ucraniano de Sebastopol más allá de 2017, cuando expira el actual acuerdo. Incluso amenaza con subirles el precio del gas si lo impiden ¿Cuál es su postura?
-La Constitución de Ucrania no prevé la presencia de bases militares extranjeras en nuestro territorio. Lo que nos preocupa es que mientras llega el año 2017 se respete todo lo estipulado en el convenio. Rusia debe ajustarse a lo pactado en lo relativo a la utilización de terrenos e inmuebles, debe entregarnos los equipos de radar para el control de la navegación costera e informarnos de cualquier cambio en el emplazamiento de sus unidades y en la rotación de sus efectivos. Lamentablemente, estas normas se ignoran con frecuencia.
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