martes, 20 de mayo de 2008

Y el mundo no se acabó



Treinta y cinco personas se atrincheraron en una cueva en el centro de Rusia para aguardar el fin del mundo
En noviembre del año pasado 35 miembros de la secta La auténtica Iglesia Ortodoxa Rusa se atrincheraron en una cueva en el centro de Rusia para aguardar el fin del mundo.
Con el paso de los meses, algunos no quisieron esperar más y se fueron, dos se murieron y finalmente la cueva quedó vacía este viernes. Y el mundo no se acabó.
Pyotr Kuznetsov, el líder de la secta. Foto: Reuters
A finales de marzo y principios de abril, 24 sectarios, entre ellos cuatro niños, salieron a la superficie tras sendos derrumbamientos de tierra.
Los sectarios habían anunciado su intención de abandonar su encierro el 27 de abril, cuando se celebró la Pascua Ortodoxa en Rusia, pero desistieron de su propósito y declararon que no subirían a la superficie antes de mediados de junio, cuando se festeja la Trinidad.
En el habitáculo subterráneo los sectarios hicieron acopio de víveres, agua y varias bombonas de gas y bidones de gasolina, suficientes para resistir varios meses.
Un camastro en el interior de la cueva. Foto: Reuters
Las últimas nueve personas en dejar el sitio, ocho hombres y una mujer, decidieron por fin salir de su refugio al parecer porque ya no soportaban el olor de dos cadáveres.
Al atrincherarse en la región central de Penza, amenazaron con detonar explosivos y volarse si la policía trataba de sacarlos.
La cueva en la que se encerraron los autodeclarados seguidores del profeta Pyotr Kuznetsov se halla a unos 650 kilómetros al sureste de Moscú.
PROFETA
El mes pasado emergieron informes de dos muertes dentro de la cueva. Un hombre que dejó el sitio el 1ro. de abril dijo que una persona había muerto por ayuno y la otra, de cáncer.
La secta, que se autodenomina escisión de la Iglesia Ortodoxa rusa, cree que el mundo se acabará este mes.
Kuznetsov, quien se presenta como el Padre Pyotr, se declaró a sí mismo profeta hace unos años y ha atraído seguidores en Rusia y Bielorrusia.
Él no se unió a sus seguidores dentro de la cueva, y ha estado recibiendo tratamiento en una clínica psiquiátrica.
Kuznetsov, que hace unas semanas intentó suicidarse, podría ser condenado a tres años de cárcel tanto por crear una organización religiosa por medios violentos, incitar al odio religioso y estar en posesión de literatura extremista.
Los miembros de la secta son en su mayoría mujeres procedentes de Bielorrusia y Ucrania. Las autoridades definen al grupo como "una secta ortodoxa radical y apocalíptica".
Según la Asociación de Centros de Estudio de Religiones y Sectas, en Rusia existen en torno a 80 sectas y cultos con entre 600 000 y 800 000 miembros, en su mayoría surgidos tras la desintegración de la URSS aprovechando el vacío ideológico y espiritual dejado por la caída del comunismo.

No hay comentarios: