domingo, 4 de mayo de 2008

La UE desmantela la calidad y EE. UU. la refuerza

El debate está en la calle. La preocupación por la calidad de los alimentos que consumimos va paralelo con el debate del incremento de los precios.Desde la Organización Mundial del Comercio se están desmantelando las barreras proteccionistas, favoreciendo la importación barata pero sin garantías sanitarias, higiénicas, sociales, laborales ni mediambientales. No es casual la resolución del Parlamento Europeo contra las prácticas comerciales chinas. Así pues, Europa debe afinar la escritura.La crisis del aceite de girasol procedente de Ucrania es la última incidencia de la que se deduce que la Unión Europea no está haciendo sus deberes correctamente. Por ello ponemos sobre la mesa el gran temor citrícola español de que esa grave falta de control provoque la entrada de plagas inexistente en nuestro país. Porque si la UE no está garantizando nada menos que la alimentación de la sociedad europea, ni siguiera los controles de los juguetes que ponen en alto riesgo a nuestra población infantil, ¿cómo va a garantizar la entrada por los diferentes puertos europeos de los cítricos procedentes de países que tienen plagas y enfermedades que podrían arrasar nuestras producciones.En esta situación, tal como indicamos la pasada semana, Bruselas pretende eliminar las normas de comercialización para la totalidad de frutas y hortalizas, salvo para diez productos. Un fraude para el productor y para el consumidor que además contrasta con la actitud norteamericana que pretende incorporar nuevos productos con norma de calidad específica.La salud alimentaria es un nuevo concepto a explotar, y aquí los citricultores valencianos, y de modo especial las cooperativas, la podemos garantizar. Solo queda saber si Bruselas apostará por la cantidad o por la calidad que garantiza salud.

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