miércoles, 2 de enero de 2008

Otras 12 familias se comprometen a acoger niños de Chernobil en verano


La asociación que gestiona los trámites confía en cubrir la demanda y atender a «los 40 menores más necesitados

Las puertas de los hogares vizcaínos siguen abriéndose de par en par. El llamamiento de la organización Chernobil Elkartea apelando a la solidaridad de las familias para ayudar a niños afectados por el mayor desastre nuclear de la historia continúa surtiendo efecto. Otras doce familias se han comprometido a hacer un hueco en sus hogares el próximo verano a los menores «más necesitados» de la zona más contaminada de Ucrania tras la fuga radioactiva ocurrida hace 21 años, que se ha cobrado más de 200.000 víctimas mortales. Chernobil Elkartea, que ha tramitado el acogimiento de más de 2.500 niños desde su fundación en 1996, exteriorizó la semana pasada su preocupación por el brusco parón en las peticiones. Sus responsables lo achacaron especialmente al escándalo de Chad y a la crisis económica. El presunto secuestro de 103 menores africanos por parte de la ONG El Arca de Zoé ha socavado la confianza en algunas entidades sin ánimo de lucro y despertado reticencias en numerosas familias.Sin embargo, la reunión del pasado sábado, en la que siete familias acordaron iniciar los trámites de inscripción, y el reportaje publicado en EL CORREO han devuelto la alegría a los responsables de la asociación, que considera «fundamental» atender, al menos, 40 casos «urgentes». Después de varios meses cariacontecida, Belén Ugarte, presidenta de la entidad, vuelve a estar «contenta. Suena el teléfono y empezamos a tener un goteo de solicitudes, pero estoy segura de que seguirá llamando más gente», confía. Aunque lejos de cumplir las previsiones iniciales -a estas alturas del pasado año 70 familias ya habían dado el visto bueno a la acogida de 140 nuevos chavales de entre 6 y 17 años- Chernobil Elkartea cree que la cosa «va bien». Ugarte está convencida de que la demanda seguirá creciendo tras la reunión que la organización celebrará el próximo 19 de enero.«Hay que asistir por lo menos a esos 40 niños que viven en Orane, la aldea más cercana a la central donde se produjo la fuga». Además de por su frágil salud, estos menores pertenecen también a familias muy pobres. «Para ellos es fundamental pasar dos meses con nosotros para respirar aire puro y comer de forma sana».

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