La ex primera ministra ucraniana Yulia Timoshenko parece contar hoy con un camino minado para regresar a ese puesto, como parte de un agrietado acuerdo entre su bloque (BIUT) y la alianza Nuestra Ucrania-Movimiento Autodefensa (NU-MA).
La mayoría de los medios de prensa coinciden en augurar una vida corta para el equipo de la llamada dama de hierro y al mismo tiempo recuerdan que su fuerte siempre fue atacar y lograr sus objetivos desde la oposición.
Además, el sendero de Timoshenko a la jefatura del Gobierno parece estar minado por sus propios aliados dentro de la coalición que se quiere formar en la nueva Rada Suprema, es decir, la NU-MA, con un conglomerado de muy diferentes nueve partidos.
El propio texto del arreglo firmado por Timoshenko y el jefe del consejo político de la NU-MA, Viacheslav Kirilienko, ya recibió las críticas de Viktor Baloga, jefe de la Secretaria Presidencial y del estado mayor electoral de esa agrupación.
Baloga y el jefe del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa, Ivan Pliush, calificaron de inaceptables algunas concepciones de la avenencia coalicionista, indica el diario Kommersant en Ucrania.
En es sentido, destacan la suspensión del llamado al servicio militar a partir de enero de 2008 y la devolución en dos años de los ahorros perdidos de la época soviética (unos 25 mil 500 millones de dólares), dos iniciativas propuestas por el BIUT.
Por otro lado, el rotativo Noticias Económicas comenta que el electorado respaldó de forma fragmentada al BIUT, con 30,71 por ciento de los votos, y al NU-MA, con 14,15, pero ello no significa, precisamente, que haya deseado su regreso al poder.
Noticias Económicas estima que los llamados naranjas podrían volver al Gobierno como consecuencia de la apatía política demostrada por los electores ucranianos.
Asimismo, el diario digital Vesti.net considera que, de llegar al poder el equipo de Timoshenko, éste podría repetir los errores en la dirección económica del período de enero a septiembre de 2005, en medio del pronosticado aumento del precio del gas.
En ese caso, comenta Vesti.net, la política de 46 años volvería a acusar al presidente Viktor Yuschenko de hacer todo lo posible por impedir el trabajo de su Gabinete y lograr su dimisión, a lo cual el mandatario podría reaccionar con su destitución.
Por su lado, el Partido de las Regiones (PR), del actual primer ministro Viktor Yanukovich, quedaría fuera del nuevo gabinete para evitar compartir responsabilidades con los futuros fallos de los naranjas.
Sin embargo, el semanario Komentari opina que a Timoshenko le convendría jugar el papel de víctima, el cual siempre le garantiza buenos resultados, para la segunda mitad de 2008, cuando estará en pleno apogeo la campaña electoral para las presidenciales de 2009.
Al mismo tiempo, Komentari advierte que la primera mina en el camino de la líder del BIUT para convertirse en primera ministra será la votación en el legislativo sobre su candidatura.
Muchos dentro de la heterogenia alianza NU-MA se oponen a que la dama de hierro ucraniana ocupe nuevamente la citada plaza, en la cual estaría al frente de ministros de las fuerzas naranjas.
A ello se suma la intención del PR de lograr por todo los medios la división dentro de la coalición del BIUT y la NU-MA, lo cual podría garantizar la dilatación del proceso de formación del nuevo gobierno y la continuidad del trabajo del equipo de Yanukovich.
De acuerdo con el diario Sevodnia, el propio jefe de Estado mantiene sus dudas sobre la designación de la líder del BIUT como jefa de Gobierno, a la cual en su momento consideró incapaz de desempeñar con efectividad ese cargo.
Algunos medios de prensa recuerdan que en junio de 2006, el BIUT, el bloque NU y el Partido Socialista, firmaron una avenencia muy similar a la anunciada el pasado lunes y, sin embargo, en agosto del mismo año se formó un gobierno completamente diferente.
El camino minado de Timoshenko al puesto de primer ministro lo siembran tanto sus oponentes como sus anunciados aliados, en medio de una preparación temprana para la carrera por la presidencia.
Fuente: RIA Novost
La mayoría de los medios de prensa coinciden en augurar una vida corta para el equipo de la llamada dama de hierro y al mismo tiempo recuerdan que su fuerte siempre fue atacar y lograr sus objetivos desde la oposición.
Además, el sendero de Timoshenko a la jefatura del Gobierno parece estar minado por sus propios aliados dentro de la coalición que se quiere formar en la nueva Rada Suprema, es decir, la NU-MA, con un conglomerado de muy diferentes nueve partidos.
El propio texto del arreglo firmado por Timoshenko y el jefe del consejo político de la NU-MA, Viacheslav Kirilienko, ya recibió las críticas de Viktor Baloga, jefe de la Secretaria Presidencial y del estado mayor electoral de esa agrupación.
Baloga y el jefe del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa, Ivan Pliush, calificaron de inaceptables algunas concepciones de la avenencia coalicionista, indica el diario Kommersant en Ucrania.
En es sentido, destacan la suspensión del llamado al servicio militar a partir de enero de 2008 y la devolución en dos años de los ahorros perdidos de la época soviética (unos 25 mil 500 millones de dólares), dos iniciativas propuestas por el BIUT.
Por otro lado, el rotativo Noticias Económicas comenta que el electorado respaldó de forma fragmentada al BIUT, con 30,71 por ciento de los votos, y al NU-MA, con 14,15, pero ello no significa, precisamente, que haya deseado su regreso al poder.
Noticias Económicas estima que los llamados naranjas podrían volver al Gobierno como consecuencia de la apatía política demostrada por los electores ucranianos.
Asimismo, el diario digital Vesti.net considera que, de llegar al poder el equipo de Timoshenko, éste podría repetir los errores en la dirección económica del período de enero a septiembre de 2005, en medio del pronosticado aumento del precio del gas.
En ese caso, comenta Vesti.net, la política de 46 años volvería a acusar al presidente Viktor Yuschenko de hacer todo lo posible por impedir el trabajo de su Gabinete y lograr su dimisión, a lo cual el mandatario podría reaccionar con su destitución.
Por su lado, el Partido de las Regiones (PR), del actual primer ministro Viktor Yanukovich, quedaría fuera del nuevo gabinete para evitar compartir responsabilidades con los futuros fallos de los naranjas.
Sin embargo, el semanario Komentari opina que a Timoshenko le convendría jugar el papel de víctima, el cual siempre le garantiza buenos resultados, para la segunda mitad de 2008, cuando estará en pleno apogeo la campaña electoral para las presidenciales de 2009.
Al mismo tiempo, Komentari advierte que la primera mina en el camino de la líder del BIUT para convertirse en primera ministra será la votación en el legislativo sobre su candidatura.
Muchos dentro de la heterogenia alianza NU-MA se oponen a que la dama de hierro ucraniana ocupe nuevamente la citada plaza, en la cual estaría al frente de ministros de las fuerzas naranjas.
A ello se suma la intención del PR de lograr por todo los medios la división dentro de la coalición del BIUT y la NU-MA, lo cual podría garantizar la dilatación del proceso de formación del nuevo gobierno y la continuidad del trabajo del equipo de Yanukovich.
De acuerdo con el diario Sevodnia, el propio jefe de Estado mantiene sus dudas sobre la designación de la líder del BIUT como jefa de Gobierno, a la cual en su momento consideró incapaz de desempeñar con efectividad ese cargo.
Algunos medios de prensa recuerdan que en junio de 2006, el BIUT, el bloque NU y el Partido Socialista, firmaron una avenencia muy similar a la anunciada el pasado lunes y, sin embargo, en agosto del mismo año se formó un gobierno completamente diferente.
El camino minado de Timoshenko al puesto de primer ministro lo siembran tanto sus oponentes como sus anunciados aliados, en medio de una preparación temprana para la carrera por la presidencia.
Fuente: RIA Novost
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